Continuamos con nuestra guía de consejos básicos para elegir adecuadamente una impresora que realmente se adapte y cumpla con todas y cada una de nuestras necesidades.
En las dos primeras partes hemos hablado de aspectos de gran importancia, como el volumen de impresión, la necesidad de una multifunción, el formato de papel y, como no, su capacidad de conectividad.
Hoy haremos referencia a dos grandes aspectos que debemos tener en cuenta cuando ya tenemos una idea más o menos clara y nuestra elección empieza a tomar forma.
- Su nivel de compatibilidad con los sistemas operativos que vayamos a utilizar, tanto en equipos de sobremesa como portátiles y móviles, ya que de lo contrario es posible que enfrentemos problemas de configuración y uso. A modo de ejemplo podemos decir que si compramos una impresora muy buena pero que no nos permite imprimir desde nuestro smartphone Android habremos errado el tiro, sin duda.
- Velocidad de arranque e impresión, dos puntos también clave que pueden afectar a nuestro ritmo de trabajo. El primero sólo afecta realmente a las impresoras láser, que requieren un tiempo de espera desde el encendido hasta que podemos imprimir la primera página. En cuanto al segundo, si nuestras necesidades de impresión son muy modestas es posible que no nos importe demasiado la velocidad de trabajo de la impresora, pero si vamos a darle mucho uso puede llegar a marcar una diferencia importante, y ya se sabe, el tiempo es dinero.
