El modo borrador es una función que tienen prácticamente todas las impresoras del mercado y sobre el que han circulado una gran cantidad de mitos, pero lo cierto es que resulta muy útil para ahorrar al imprimir y, por tanto, reducir gastos.

Con el modo borrador la utilización de tinta en las impresiones se reduce drásticamente, mientras que la calidad del documento resultante bajo este modo es más que suficiente para un uso normal a nivel interno.

Esto quiere decir que para todos aquellos documentos que vayamos a utilizar dentro de nuestra pyme puede ser una gran idea utilizar únicamente el modo borrador, ya que alargaremos la vida de nuestros consumibles y nos beneficiaremos, por tanto, de un ahorro considerable.

Es importante tener en cuenta que para impresiones que vayan a ir fuera de la empresa, como por ejemplo a manos de clientes, el modo borrador no ofrecerá probablemente la calidad deseable para dar una buena imagen, así que en estos casos es conveniente realizar una impresión normal o de alta calidad, en función de lo que más nos convenga.

En los demás casos ya lo hemos dejado claro, conviene tirar del modo borrador siempre que sea posible, pero especialmente en documentos internos y en aquellos que apenas vayamos a necesitar unos minutos y luego terminen, probablemente, en la papelera.