La definición de una startup tiene más implicaciones de las que nos imaginamos. Has hace bien poco, podría considerarse como un concepto de moda o aplicarse a cualquier negocio que tuviera una base tecnológica, lo cual era bastante ambiguo. Para marcar las líneas definitivas de este tipo de empresa, el 1 de diciembre de 2022 y tras numerosas aportaciones del sector y los diferentes grupos parlamentarios, la Ley de Startups se aprobó en el Congreso, con un gran respaldo.
Esta normativa era muy esperada por muchas razones, como veremos a continuación, pero sobre todo, clarificaba lo que significaba ser una startup en nuestro país, para poder optar a sus beneficios.
Requisitos según ENISA
ENISA, la entidad pública dependiente de la Dirección General de Estrategia Industrial y de la Pequeña y Mediana Empresa, (Ministerio de Industria y Turismo), es la encargada de certificar que una empresa es una startup. En su página web detallan las características que ha de tener:
- Tener menos de cinco años desde su inscripción en el Registro Mercantil. También sirve la fecha de firma de la escritura pública de constitución del Registro de cooperativas competente. Existe una excepción en el caso de empresas de biotecnología, energía, o industriales y sectores estratégicos o que hayan desarrollado tecnología propia diseñada íntegramente en España, a quienes este periodo aumenta a los siete años.
- No ser resultado de segregaciones, concentraciones, transformaciones, fusiones o escisiones de otras empresas. La única excepción aquí es que el negocio en cuestión haya surgido de otras empresas emergentes. Hay una excepción para las empresas que forman parte de un grupo (artículo 42 del Código de Comercio), para lograr la certificación, todo el grupo debe cumplir con estos requisitos.
- No distribuir ni haber distribuido dividendos.
- No cotizar en un mercado regulado.
- Tener sede, domicilio social o establecimiento permanente en España y que, al menos, el 60% de la plantilla tenga contrato laboral aquí. En las cooperativas, los socios serán parte de la plantilla, a estos efectos.
- Uno de los puntos más importantes de esta certificación es que el proyecto de la empresa sea innovador y escalable. Aquí podrás ver cómo se evalúa este punto.
- No facturar más de 10 millones de euros anuales.
- Por supuesto, los fundadores o responsables han de estar al tanto con los impuestos y la Seguridad Social. Estos líderes tampoco deben haber sido condenados por ciertos delitos (administración desleal, insolvencia punible, delitos societarios, delitos de blanqueo de capitales, financiación de terrorismo, por delitos contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social, por delitos de prevaricación, cohecho, tráfico de influencias, malversación de caudales públicos, fraudes y exacciones ilegales o por delitos urbanísticos así como a la pena de pérdida de la posibilidad de obtener subvenciones o ayudas públicas. También no haber perdido la posibilidad de contratar con la Administración pública.
- Cumplir con la normativa de protección al medioambiente conforme al Reglamento (UE) 2020/852 del Parlamento Europeo y del Consejo de 18 de junio de 2020 relativo al establecimiento de un marco para facilitar las inversiones sostenibles y por el que se modifica el Reglamento(UE) 2019/2088.
- No tener socios titulares, directa o indirectamente, de una participación de al menos el 5% del capital social o cuyos administradores hayan sido condenados por sentencia firme por alguno de los tipos delictivos que hemos dicho antes.
Ventajas de certificarse como startup
Las ventajas más interesantes de esta certificación están relacionadas con las reducciones fiscales. Por ejemplo, el tipo impositivo del Impuesto de Sociedades pasa del 25 % (tipo general), al 15% y no tienes que hacer los pagos fraccionados, así como la exoneración de pagar algunas tasas registrales al constituir la empresa.
Puedes aplazar este impuesto durante los dos primeros ejercicios con base positiva. El primer año tendrás 12 meses más y, el segundo, seis meses y sin presentar garantías. Por otro lado, si eres inversor extranjero, incluso no residente, no tendrás que cursar un NIE y los residentes en España que inviertan en estas empresas verán aumentada su deducción al 50% con una base máxima de 100.000.
Los emprendedores autónomos verán beneficiadas sus cuotas a la Seguridad Social durante tres años y la ampliación de la exención, hasta los 50.000 euros anuales, en el caso de entrega de stock options a los empleados.
Por último, si estás certificada tendrás más facilidades para que te den garantías o pagos a cuenta al solicitar subvenciones públicas.