Un reciente de Fresh People ha revelado una preocupante falta de preparación entre los managers españoles de cara al próximo año. Según el estudio, el 60% de los managers admite no sentirse preparado para liderar, lo que subraya una alarmante necesidad de herramientas y desarrollo de habilidades en el ámbito empresarial.
El informe sobre El estado del Management en las empresas destaca varias conclusiones clave que evidencian la brecha entre las expectativas y la realidad en el management actual. Uno de los puntos más destacados es la percepción de los managers sobre la necesidad de desarrollar habilidades de liderazgo. Más del 60% de los encuestados considera crucial mejorar estas habilidades para poder inspirar, motivar y guiar a sus equipos de manera efectiva.
Además, más del 50% de las empresas continúan optando por un liderazgo tradicional, lo que afecta negativamente el rol de los managers. La falta de adopción de un enfoque colaborativo y la promoción de la responsabilidad individual en la toma de decisiones son áreas donde se requiere un cambio significativo.
José J. Burgos, CEO de Fresh People, ha señalado: «Les exigimos a los managers asumir un mayor liderazgo en la gestión de sus equipos, sin embargo, siguen utilizando las mismas herramientas que hace dos décadas, lo que crea una brecha significativa. Exigimos un nivel de gestión que no pueden asumir, y además, no les proporcionamos la formación ni las herramientas de liderazgo necesarias. Este tema es de suma relevancia. Está comprobado que las empresas que lo gestionan correctamente logran impulsar la velocidad y agilidad en sus operaciones; mientras que aquellas que no lo hacen, enfrentan dificultades para cumplir con sus planes estratégicos».
En el estudio, alrededor del 60% de los managers que participaron provienen de pequeñas y medianas empresas, lo que sugiere que la falta de preparación es especialmente prevalente en este tipo de organizaciones. Los principales desafíos identificados incluyen la comunicación efectiva entre áreas (50%), la definición y gestión de objetivos (43%), la gestión del cambio (35%) y la motivación del equipo (35%). Estos problemas reflejan la complejidad de la gestión empresarial en un entorno cada vez más dinámico.
El impacto de la pandemia también se hace evidente en los resultados del estudio de Fresh People. Solo el 24% de los encuestados indicó que la pandemia promovió un cambio significativo hacia el trabajo remoto, lo que sugiere una lenta adopción de nuevas formas de trabajo en muchas empresas. Además, más del 60% de los managers aseguraron que sus empresas carecen de programas formales de desarrollo de liderazgo, destacando la urgente necesidad de implementar programas estructurados para fomentar estas habilidades críticas.
En cuanto a los estilos de liderazgo, el 45% de los managers indicaron que en sus empresas se adopta un estilo de liderazgo contextual, adaptando el enfoque a las necesidades específicas de cada equipo. Sin embargo, el 54% afirmó que las decisiones importantes se toman principalmente desde el equipo directivo, lo que puede limitar la autonomía y la capacidad de respuesta de los managers en niveles inferiores.
Necesidad de inversión y formación en Soft Skills de liderazgo
Los resultados también revelan que más de la mitad de los managers consideran esenciales los programas de desarrollo de soft skills y coaching para mejorar su capacidad de liderazgo. Las habilidades blandas se han convertido en una necesidad imperante para gestionar eficazmente equipos y adaptarse a los continuos cambios del entorno empresarial. Por ello, los datos ponen de manifiesto que las empresas españolas deben invertir significativamente en el desarrollo de habilidades de liderazgo y en programas de formación para sus managers y directivos. Este cambio de enfoque es esencial para adaptarse a un entorno empresarial en constante evolución y para fomentar estilos de liderazgo más adaptativos y participativos.
Según detalla uno de los managers que participó en el estudio: “En la actualidad, nos encontramos en medio de un cambio de paradigma donde los modelos de liderazgo tradicionales están chocando con la mentalidad de las nuevas generaciones que están ingresando o llevan poco tiempo en el mundo laboral. Esta fricción está teniendo consecuencias significativas, como una mayor rotación en roles clave, una menor fidelización de los empleados e incluso un aumento en las bajas laborales por motivos de salud mental. Es fundamental adaptarse y explorar nuevas visiones en los niveles de liderazgo que comprendan las necesidades y deseos de los equipos y colaboradores de la empresa”.
Así pues, la falta de preparación y las dificultades actuales en la gestión empresarial requieren una atención inmediata para asegurar el éxito futuro de las organizaciones en España. Es necesario modificar el enfoque de liderazgo si la compañía quiere mantener la competitividad.