La figura del asesor financiero se erige como un elemento crucial para alcanzar los objetivos patrimoniales de individuos y empresas. A través de una relación directa, personal y frecuente con el cliente, este profesional analiza las circunstancias personales y profesionales presentes y futuras, y recomienda acciones estratégicas para la gestión óptima del patrimonio.
En nuestro país, la figura del asesor financiero apenas tiene relevancia entre los ahorradores. Norz Patrimonia, nos da algunas claves para conocer a este profesional, muy desconocido aún por la gran mayoría, y fundamental para conseguir los objetivos.
“Es un profesional del sector financiero que, en base a una relación directa, personal y frecuente con el cliente, analiza sus circunstancias personales y profesionales tanto presentes como futuras y, teniendo en cuenta en primer lugar sus necesidades a medio y largo plazo, y, en segundo lugar, considerando las incertidumbres presentes en el sistema, recomienda ejecutar una serie de acciones para que el cliente consiga alcanzar sus objetivos patrimoniales”, explica Rafael Rabat, socio de Norz Patrimonia.“Dichas recomendaciones son dinámicas a lo largo del tiempo y van adecuándose tanto a las nuevas incertidumbres que van apareciendo en el sistema, así como a los cambios en las necesidades patrimoniales del cliente”.
¿Necesitas un asesor financiero?
En nuestra vida cotidiana, recurrimos a profesionales como médicos, dentistas, psicólogos, mecánicos y abogados para resolver problemas específicos. Sin embargo, cuando se trata de nuestras finanzas, a menudo se duda sobre la necesidad de un asesor financiero, a pesar de que la gestión patrimonial es esencial para la estabilidad y el crecimiento económico personal y familiar. Entonces, ¿por qué tener un asesor financiero? “Puntualizaría la pregunta que se suelen hacer muchas personas: para qué quiero un asesor financiero si eso ya me lo hace gratis mi banco”, explica el socio de Norz Patrimonia.
Una percepción común es que los bancos ofrecen este servicio de forma gratuita. Sin embargo, es importante entender que, en el sector financiero, existen tres tipos principales de empresas: Entidades de Crédito (bancos, cajas y cooperativas de crédito), Instituciones de Inversión Colectiva (fondos y sociedades de inversión), y Empresas de Servicios de Inversión (sociedades y agencias de valores, y empresas de asesoramiento financiero). Solo estas últimas tienen como objetivo principal prestar servicios de asesoramiento financiero, con una remuneración clara y transparente por sus servicios.
“Todas las anteriores pueden tener en nómina a asesores financieros, pero sólo las Empresas de Asesoramiento Financiero tienen como único objetivo de su actividad principal prestar el servicio de un asesoramiento financiero. Por lo tanto, sólo éstas se dedican en exclusividad a asesorar financieramente, siendo su remuneración por este concepto clara y transparente”, confirma Rabat.
La importancia de la cultura financiera
España ha sido históricamente un país con baja cultura financiera. Conceptos económicos básicos como la inflación, los tipos de interés y la diversificación de inversiones son fundamentales para la gestión del ahorro, la inversión y el endeudamiento. Para Rabat “es esta baja cultura financiera española la que ha hecho que se haya delegado históricamente la gestión de nuestras finanzas en las entidades de crédito, y de ahí que se hable de nuestro banco o caja, y no de nuestro asesor financiero como sí ocurre en otros países”.
¿Es gratis el servicio de una entidad de crédito? Sin duda la respuesta es que no. La principal actividad de una entidad de crédito es tomar dinero de unos y prestárselo a otros, y de ahí obtener un margen. ¿Cómo gana dinero una entidad de crédito con un servicio que no es su principal actividad y para lo que debe contratar recursos? Básicamente enmascarando comisiones y diferenciales de precios dentro de los productos que comercializa entre sus clientes. El cliente ve un rendimiento final al cual ya se le ha detraído un coste previo. Por eso el cliente cree que el servicio es gratuito, pero no lo es. Nunca lo ha sido, y apunta a que nunca lo será.
“Parece que a todo a lo que le ponemos el pronombre posesivo ‘nuestro’ delante de una profesión es porque ese profesional nos resuelve un problema. Y los asesores financieros son profesionales con una alta y especializada formación en finanzas que entienden lo que es el ahorro y lo que cuesta ahorrar, que entienden lo que es la inversión y saben en qué invertir, y que entienden lo que es el endeudamiento y hasta dónde y por qué endeudarse”, comenta Rafael Rabat. “Además de entender lo anterior, los asesores financieros tratan de conocer financieramente muy bien a su cliente para poderlo ayudar y, muy a menudo, conocerlo financieramente mejor de lo que el cliente se conoce a sí mismo. El asesor financiero se convierte entonces en una especie de psicólogo financiero que entiende el comportamiento financiero del cliente y lo adecúa a las circunstancias de su entorno y a los objetivos financieros que tenga”.