El papel de los influencers en las redes sociales ha evolucionado más allá de las fronteras de la juventud, dando paso a los denominados “referentes sénior”. Se trata de adultos mayores de 55 años que han logrado construir una marca personal en el mundo digital, emergiendo como figuras relevantes a la hora de compartir sus experiencias, aprendizajes o estilo de vida. A diferencia de muchos de los influencers jóvenes, los mayores priorizan la calidad del contenido por encima de la cantidad y dan importancia a la hora de generar engagement, inspirando así a este colectivo, entre 55 y 75 años. En España, los mayores de 55 años representan ya el 33% de la población.
Tal y como muestra la “Guía de estilo de vida sénior” publicada por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, el perfil de las personas mayores de 55 años no tiene nada que ver con el que ofrecían nuestros padres o abuelos.
En Europa, los silver son un activo de la economía, tienen en sus manos hasta el 70% del patrimonio y controlan más de la mitad del gasto total en gran consumo. Esto convierte a los sénior en un colectivo no sólo activo, sino también relevante en todos los ámbitos de la vida, desde el turismo, hasta la moda o las redes sociales.
“Los referentes mayores de 55 años responden a la demanda de diversidad al representar a un grupo demográfico muchas veces ignorado o discriminado. Además, satisfacen las necesidades de una audiencia diversa que busca contenido relevante y representativo de todas las etapas de la vida, ya que su presencia en las redes sociales promueve la inclusión y rompe estereotipos”, explica Juan Fernández Palacios, director del Centro de investigación Ageingnomics.
Claves de su éxito
Con el objetivo de analizar esta nueva realidad, los expertos del Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE explican las claves que justifican el creciente éxito de los referentes sénior a nivel social y económico:
- Ayudan a luchar contra el edadismo y a fomentar una representación más equitativa y diversa. Según un informe de la Organización Naciones Unidas (ONU), el 45% de los españoles afirma sentirse discriminado por su edad. En este sentido, mostrar una variedad de edades en las plataformas digitales está ayudando a desafiar los estereotipos relacionados con el envejecimiento, a promover una mayor aceptación de la diversidad generacional y a establecer un puente entre generaciones, impulsando un diálogo significativo donde tanto jóvenes como sénior puedan aprender los unos de los otros.
- Son un ejemplo de vida para todo tipo de generaciones. Los referentes sénior son una inspiración para públicos de esta edad en cuanto a envejecimiento activo, desarrollo o reinvención laboral, gestión del día a día, turismo y ocio, moda…, instando a otros a llevar un estilo de vida similar y acercándoles contenido útil y de interés para conseguirlo. Sin embargo, su sabiduría, historias inspiradoras, logros y experiencia en áreas concretas de la vida también les ha convertido en un ejemplo para el resto de las generaciones más jóvenes. Compartir sus conocimientos y consejos está teniendo un gran valor para la sociedad en general, motivando a todos los públicos a perseguir sus objetivos, sin importar la edad o las circunstancias.
- Son activos en redes sociales y cuentan con una sólida base de seguidores. Según el ‘IV Barómetro del Consumidor Sénior’, realizado por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE, 12 millones de españoles sénior ya están en internet (73%), y el 44% de ellos consulta o publica contenidos en redes sociales, al menos, una vez al mes. En concreto, el 26% lo hace varias veces a la semana, el 8% una vez a la semana, el 4% una vez cada 15 días, y el 6% una vez al mes.
- Las marcas están cada vez más alineadas con su mensaje. Como respuesta a esta tendencia, se han convertido en uno de los perfiles más buscados por las empresas que se dirigen a ellos, por ofrecer una perspectiva auténtica y confiable que dé seguridad sobre sus productos y servicios, y que representa una oportunidad para hacer frente al edadismo.