Como todos sabemos, la Inteligencia Artificial ha experimentado un auge y popularidad en los últimos años gracias a la aparición de soluciones y herramientas como Chat GPT, lo que se ha traducido en mayores inversiones en la industria y la aparición de empresas especializadas en esta tecnología.
A pesar de ello, la IA genera desconfianza entre los españoles, sobre todo en aquellos aspectos relacionados con la seguridad o el bienestar de las personas. No solo eso, sino que más del 80% de los españoles considera que la IA puede suponer un riesgo para la sociedad si no se gestiona de manera adecuada, siendo los principales ámbitos de preocupación el entorno laboral, la desinformación y la privacidad de datos.
Estas son algunas de las conclusiones que se extraen de la encuesta realizada por Entelgy para conocer la opinión que la población española tiene sobre la Inteligencia Artificial, su uso en el día a día o las situaciones en las que considera que puede estar presente.
Concretamente, en áreas como la predicción de resultados médicos o la conducción de sistemas autónomos, la puntuación de los usuarios no llega a los cinco puntos sobre 10. La población siente una mayor seguridad por esta herramienta en tareas relacionadas con la creatividad, cómo puede ser el planear un itinerario de actividades para unas vacaciones o en aplicaciones que facilitan el día a día, como un sistema de seguridad basada en el reconocimiento facial. No obstante, incluso en estos casos, la puntuación no supera los seis puntos de confianza.
Una herramienta presente en el día a día
La encuesta también refleja cómo a pesar de lo mucho que se ha hablado sobre IA en los últimos años, esta herramienta sigue siendo una gran desconocida entre los ciudadanos. El 21% de los españoles afirma no estar familiarizado de ninguna manera con esta tecnología y de aquellos que admiten estarlo, la mayoría reconocen no tener un gran conocimiento sobre ella (66,3%).
En ese sentido, solo un 31,7% de la población reconoce el uso diario de la IA. Concretamente aseguran que usan esta herramienta en actividades como la compra por internet (68,7%) o cuando usan sus redes sociales (63,2%), siendo principalmente los jóvenes menores de 30 años quienes más utilizan esta tecnología a diario (38,1%).
Los principales retos y oportunidades de la IA
Pero a pesar de su creciente uso, esta herramienta se enfrenta a diferentes desafíos. Y es que seis de cada diez españoles considera que la IA puede sustituir a las personas en su puesto de trabajo, una valoración que crece sobre todo entre las mujeres (64,4%). Por otro lado, la desinformación a partir de bulos mediante imágenes, sonidos y contenidos creados con la IA, es uno de las principales preocupaciones para el 88% de la población. Algo fácil de entender, teniendo en cuenta que más de la mitad de los encuestados (54,6%) ya ha sido víctima de uno de estos bulos.
Además, el riesgo de que tantos datos recopilados y procesados caigan en las manos equivocadas es una amenaza para las personas, quienes han incrementado sus exigencias en lo que se refiere al tratamiento de sus datos y cómo se utiliza esta información. Concretamente el 59,6% de los españoles considera que la privacidad y la cesión de datos son el principal desafío de esta tecnología, sobre todo entre las personas entre los 45 y 59 años de edad (88,5%).
Pero la población también ve en la IA un aliado. La Inteligencia Artificial ha cambiado distintos aspectos de nuestro día a día, incluso la forma en la que se trabaja. Muestra de ello es que ya un 53,4% de los españoles utiliza la Inteligencia Artificial en su puesto de trabajo. No solo eso, sino que el 83% de los españoles considera que la IA debería enseñarse en las empresas y centros de trabajo.
No solo el ámbito empresarial se puede beneficiar de esta tecnología. La IA también ayuda a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, según los ciudadanos. Cerca de un 20% (19,3%) de los españoles considera que la IA puede proteger el medioambiente, concretamente en la monitorización de la calidad del aire y el agua, la predicción y mitigación de los desastres naturales, así como la gestión de residuos.