Llevamos meses oyendo hablar del cambio normativo y de gestión que supondrá eIDAS2, y será después del verano, durante el último trimestre del año, cuando la Unión Europea dará el espaldarazo final al futuro de nuestra identidad digital.
Más allá de los tecnicismos, eIDAS2 supondrá para los ciudadanos de la Unión Europea una nueva manera de llevar a cabo trámites del día a día, tales como alquilar un coche, registrarnos en un hotel o acceder a un servicio médico.
Esta normativa viene a regular la denominada “cartera” o “wallet” europeos, una cartera digital accesible desde un dispositivo móvil que vincula los atributos propios de la persona con los trámites que necesita para identificarse.
Aunque será decisión de los ciudadanos si quieren o no utilizarla, los Estados miembros tendrán obligación de ofrecerla a sus nacionales y las empresas de aceptarla. La cartera digital incluirá tanto datos de identificación (nombre y apellidos) como otros atributos (número de cuenta, nuestro expediente académico, el carnet de conducir, el número de la seguridad social, etc.).
De esta manera, cada vez que requiramos acceder a un servicio o trámite concreto no será necesario cargar con una carpeta llena de documentos, sino que con nuestro teléfono mostraremos un código QR en el que se pueda acceder a la información necesaria para cada uno de los trámites a realizar y solo a esa información, respetando la privacidad del resto de nuestros datos de miradas indiscretas y poniéndolos a salvo de posibles robos o suplantaciones de identidad.
