Contar con una buena conexión a Internet se ha convertido en algo imprescindible para autónomos y para pymes, hasta tal punto que en muchos casos la actividad de estos depende casi totalmente dicha conexión. Sin Internet muchas pymes y autónomos simplemente no pueden trabajar, o solo pueden hacerlo de una manera muy limitada y poco productiva.
Es totalmente comprensible, hoy en día utilizamos Internet para muchísimas cosas, incluyendo la comunicación y la interacción social y profesional, el envío de documentación y de proyectos, la compra y venta de productos, así como la promoción de los mismos, y también para la realización de trámites y de diferentes negocios.
Basta con el párrafo anterior para entender por qué una buena conexión a Internet puede ser tan importante para una pyme o para un autónomo, ¿pero qué ocurre cuando esta se queda pequeña y deja de ajustarse a nuestras necesidades, o cuándo simplemente no llega adecuadamente a todos los rincones de nuestra pyme o de nuestra oficina? Es una buena pregunta, y la respuesta es que obviamente tendremos serios problemas.
Cualquier pyme, y cualquier negocio, comercio u oficina, tienen una serie de obstáculos que pueden afectar a nuestra conexión a Internet, tanto inalámbrica como cableada. El Wi-Fi tiene un alcance limitado que puede verse seriamente reducido por esos obstáculos, y también por las interferencias del lugar, y la conexión cableada presenta importantes limitaciones que pueden verse agravadas por la presencia de muros.
Qué es un PLC y cómo puede ayudarnos
Un PLC es un dispositivo Power Line Communications que trabaja como un adaptador de red, y que nos permite ampliar fácilmente el alcance de nuestra conexión a Internet y llegar a sitios a los que no podríamos llegar de forma óptima con un repetidor Wi-Fi. También nos permite ampliar nuestra conexión tanto de forma cableada como inalámbrica, ya que existen modelos que cuentan con función de repetidor.
Un PLC estándar está formado por un kit de dos adaptadores que realizan una función muy sencilla, el primero se conecta en el enchufe más cercano al router o dispositivo principal que ofrece la conexión a Internet, y también debe ir conectado a dicho router a través de cable, ya que su tarea es recibir la conexión a Internet de este.
El segundo adaptador del kit irá conectado a un enchufe de la zona de nuestra pyme, oficina o negocio donde queremos ampliar o mejorar el alcance de nuestra conexión a Internet. La señal se transmitirá entre las distintas habitaciones y pisos directamente a través de la red eléctrica, de manera que no se verá afectada por las interferencias del ambiente, ni tampoco por muros y otros obstáculos que sí afectarían al Wi-Fi.
Un PLC estándar ofrecerá conectividad cableada en el enchufe de destino, pero como adelantamos también podemos conseguir modelos con repetidor Wi-Fi, lo que nos permitirá crear un entorno multidispositivo de una manera muy sencilla incluso en los rincones más alejados de nuestra pyme, y con una inversión mínima.
Ventajas de los dispositivos PLC
- Son económicos: con ellos podemos ampliar el alcance de nuestra conexión a Internet de una manera sencilla, rápida y por poco dinero. Un kit básico se puede encontrar con precios que rondan los 40 euros, apróximadamente, y no requiere de ningún tipo de inversión adicional para funcionar, así que podremos empezar a utilizarlos tras un simple proceso de instalación y configuración.
- Rinden bastante bien: aunque esto dependerá del modelo que hayamos comprado, y de nuestra propia conexión a Internet. Tened en cuenta que los dispositivos más económicos tienen a ofrecer un rendimiento más modesto, así que es importante que tengáis cuidado antes de comprar, y que elijáis el modelo que realmente se adapta a vuestras necesidades.
- Fáciles de instalar y de utilizar: su funcionamiento es prácticamente «enchufar y utilizar», solo tenemos que conectar el primer adaptador al router y al enchufe, conectar el segundo adaptador al dispositivo que queremos que tenga conexión a Internet y a otro enchufe y listo, aunque algunos modelos cuenta con funciones que suponen un valor adicional, como el indicador de alcance inalámbrico, y cuentan con aplicaciones dedicadas con diferentes opciones de configuración y de visualización de estado.
- No nos darán problemas de compatibilidad: y es que estos dispositivos funcionan con cualquier enchufe y utilizan conectores estándar y protocolos Wi-Fi universales, como los cables Ethernet y los protocolos Wi-Fi 4, Wi-Fi 5 y Wi-Fi 6, siempre dependiendo del modelo que hayamos escogido. También son compatibles con cualquier equipo, desde PCs hasta impresoras, televisores y otros.
- Podemos conservar el enchufe y superar grandes obstáculos: existen modelos que se venden con un enchufe integrado, de manera que no perderemos el que utilizamos para conectarlo, y este vendrá con filtro de interferencias para que no tengamos problemas de rendimiento. Con estos dispositivos podemos superar grandes obstáculos y llegar a rincones donde sería imposible hacer lo propio con un repetidor Wi-Fi.