Con la posibilidad haya un cambio de Gobierno próximamente, la reforma laboral vuelve a estar de actualidad un año y medio después de su entrada en vigor. El empleo y las medidas para facilitar la contratación serán un tema central en la nueva legislatura y es por ello que InfoJobs, la plataforma de empleo, ha querido preguntar sobre el impacto de la misma tanto en las empresas como en la población activa.
De acuerdo con los datos obtenidos por la compañía en su encuesta Reforma Laboral y Ley de Empleo, la percepción sobre la reforma laboral es muy diferente para ambas partes: una de cada cinco empresas (40%) valo ra negativamente las consecuencias de la reforma en el mercado de trabajo, porcentaje que se reduce al 16% en el caso de la población activa. Por otro lado, el 43% de las compañías y el 72% de la población declaran que no han experimentado impacto alguno tras su aplicación.
Impacto en los planes de las empresas: el 23% contratará menos personal
En el ámbito empresarial, la mitad de las compañías (53%) considera que la reforma laboral no va a afectar a los planes de contratación previstos para 2023. No obstante, el 23% afirma que contratará a menos empleados debido al incremento de los costes que supone aplicar el nuevo modelo, y un 16% indica que ha tenido que dedicar más recursos para encontrar al personal adecuado.
Estos datos, además, tienen significativas diferencias en función del tamaño de la empresa. En general, las de mayor tamaño creen que se verán más afectadas por la reforma laboral: hasta un 40% tiene previsto contratar menos y casi una de cada cuatro de las que tienen 50 o más empleados ha tenido que modificar el proceso de selección. Por sectores, el impacto se concentra en mayor medida en el primario y secundario: un 16% de las empresas declara que subcontratará más en 2023.
Población activa: contratos más estables, pero más difíciles de conseguir
En lo que respecta a la población activa, el 44% afirma que el principal impacto positivo derivado de la reforma es la obtención de un contrato de trabajo más estable y con menos temporalidad, coincidiendo, por lo tanto, con el objetivo principal de la reforma laboral. Tras este argumento, se encuentra el aumento del salario como consecuencia del incremento de las horas trabajadas (32%). En este sentido, los datos de contabilidad del INE del primer trimestre del año muestran que, en millones de horas trabajadas, estamos un 1,41% por encima del mismo periodo de 2022, aunque aún no alcanzan los niveles prepandemia, ya que están un 0,91% por debajo de 2019.
Dentro de la transformación del mercado de trabajo, la entrada en vigor de la reforma laboral supuso la desaparición de los contratos por obra y servicio —muy utilizados también a la hora de contratar a gente joven—, y la priorización de los indefinidos y los fijos-discontinuos para garantizar mayor estabilidad en el empleo. Así, según datos del SEPE, desde abril de 2022, el 42% de los contratos que firman los jóvenes son de carácter indefinido, un dato que parece relacionado con la eliminación de los contratos adscritos a obra. El INE también destaca que, desde la entrada en vigor de la reforma laboral, el porcentaje de contratos temporales ha disminuido (24% en el primer trimestre de 2022 y un 17% un año después), y el Ministerio de Trabajo señala que la tasa de temporalidad entre los jóvenes de 16 a 24 años descendió ligeramente en el tercer trimestre de 2022 hasta situarse en el 60,1%.
No es de extrañar, por tanto, que la población activa más joven (16 a 24 años) sea el colectivo que más positivo se muestra frente a la reforma laboral (23%). De hecho, a medida que crece la edad, el impacto negativo de la reforma es mayor. En este sentido, solo el 8% de la población activa mayor de 54 años ve con buenos ojos la reforma laboral.
Asimismo, los que están más desconectados del mercado de trabajo son los que se muestran más críticos con la reforma laboral: uno de cada tres desocupados declara un impacto negativo, porcentaje que duplica al de los ocupados (14%).
Los motivos por los que la población activa considera negativo el impacto de la reforma tienen que ver precisamente con la situación laboral. En el caso de los ocupados, el 42% declara que su carga de trabajo ha aumentado y el 20% señala que su salario ha disminuido por la reducción de horas laborales. Por su parte, la mitad de los desocupados (52%) considera que es más complicado encontrar un empleo porque las empresas buscan otras alternativas para evitar el fijo, mientras que el 27% apunta a la incompatibilidad de contrato (un temporal que no se podía adaptar a fijo-discontinuo), y un 14% menciona que les han despedido antes de finalizar el periodo de prueba. En este sentido, las cifras de la Seguridad Social muestran que, desde la entrada en vigor de la reforma laboral, han aumentado las bajas por este motivo: más de 57.200 trabajadores con contrato indefinido no superaron el periodo de prueba (datos de febrero de 2022, últimos disponibles) frente a los más de 23.700 del mismo mes del año anterior.