El modelo de software como servicio que adoptó Microsoft con Windows 10 marcó un cambio importante, no solo en todo lo que respecta al modelo de actualizaciones, que pasó a ser mucho más dinámico, y también mucho más complicado, sino también en todo lo relacionado con el soporte del mismo.
Las actualizaciones llegaron a Windows 10 con mucha más frecuencia, introdujeron nuevas funciones y mejoras diversas, y también ampliaron el ciclo de soporte de dicho sistema operativo. Esto tuvo un impacto positivo en muchos aspectos, pero también tiene un lado negativo, y es que los ciclos de soporte se acortan y esto hace que Windows 10 pueda quedar «obsoleto» y sin soporte oficial.
Esto es precisamente lo que ha ocurrido con Windows 10 en su versión 21H1, una actualización que llegó al mercado en mayo de 2021, y que a partir de hoy ya no recibirá soporte por parte de Microsoft. Si queremos seguir recibiendo soporte y actualizaciones debemos instalar la versión 21H2, que tendrá soporte hasta junio de 2023.
El hecho de que una versión de Windows 10 quede sin soporte no significa que deje de funcionar, y tampoco tendremos problemas a corto o a medio plazo, ya que al final es un sistema operativo de penúltima generación que fue actualizado por última vez hace muy poco, así que tendremos un margen considerable para prepararnos de cara a la instalación de la próxima actualización.
Obvia decir que si actualizamos a Windows 11 solucionaremos también esta cuestión, aunque dicho sistema operativo mantiene el modelo de actualizaciones y los ciclos de soporte delimitados por estas, así que no nos libraremos del «problema». Tened en cuenta que Windows 11 tiene unos requisitos más altos que Windows 10, y que esto hace que no esté al alcance de aquellos usuarios que tienen equipos más antiguos.