Si todavía utilizas Windows 8.1 tengo malas noticias para ti, el final del ciclo de vida de este sistema operativo se producirá dentro de 30 días. A partir del 10 de enero de 2023 ya no recibirá nuevas actualizaciones de seguridad, y Microsoft tampoco liberará actualizaciones importantes con correcciones de errores ni ofrecerá soporte técnico.
Durante los primeros meses podrás estar tranquilo, ya que al final esto no quiere decir que Windows 8.1 vaya a dejar de funcionar de la noche a la mañana, este seguirá funcionando con total normalidad y podrás utilizarlo, pero al no recibir nuevas actualizaciones de seguridad ni correcciones de errores poco a poco se irá volviendo un sistema operativo cada vez más inseguro, y las nuevas vulnerabilidades y errores que surjan quedarán sin solución, lo que puede convertir tu PC en un blanco fácil para los cibercriminales.
Por otro lado también es probable que acabes teniendo problemas de rendimiento y/o de estabilidad con numerosas aplicaciones y herramientas, de hecho Microsoft 365 y su ecosistema de aplicaciones dejarán de funcionar con Windows 8.1 a partir del 10 de enero de 2023, y Google Chrome no recibirá nuevas actualizaciones en su versión para dicho sistema operativo después de dicha fecha.
La mejor solución es actualizar el sistema operativo, y para que la transición sea lo más fácil posible te recomendaría optar por Windows 10, un sistema operativo ligero que funciona sin problemas en equipos relativamente antiguos y que tiene todavía mucho que ofrecer. Puedes conseguir este sistema operativo totalmente gratis utilizando la clave de producto de tu copia de Windows 8.1, así que no tendrás que gastar dinero.
Windows 10 tiene un ciclo de vida bastante largo, ya que seguirá recibiendo soporte hasta el 14 de octubre de 2025. Si no quieres tener que volver a cambiar de sistema operativo hasta dentro de muchos años deberías optar por Windows 11, pero recuerda que este sistema operativo es mucho más exigente a nivel de requisitos de hardware, y que introduce cambios a nivel de interfaz y de experiencia de uso que que no han gustado a todo el mundo, y que supondrán un periodo de adaptación.