La deuda empresarial española alcanzó el 87% del PIB, en el primer trimestre de 2021, impulsada por la pandemia, según cifras del Banco de España. En estas circunstancias, la normalización se muestra como un aliado estratégico para el reparto de los fondos europeos “Next Generation EU”, que se traducen en 140.000 millones de euros a disposición de las organizaciones españolas en los próximos años.
Las normas técnicas, más conocidas como estándares, sirven de guía a las Administraciones al constituir el lenguaje común que utilizan las instituciones europeas e internacionales. De esta forma, los estándares ayudarán a aportar seguridad a las Administraciones sobre la capacidad de las compañías para gestionar e implementar proyectos, además de ser un pilar básico para la recuperación de la economía.
Esta es una de las principales conclusiones del encuentro ‘Estándares para la recuperación económica’, celebrado por CEOE y UNE, con el fin de analizar el impacto de la normalización en los principales temas que aborda el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Durante el evento, ambas entidades analizaron los problemas que pueden entorpecer la recuperación económica y pusieron en valor la estandarización como una herramienta clave para atajar los problemas que padece el país, con una deuda del 120% del PIB, un crecimiento del 2% en el tercer trimestre y un déficit estimado superior al 8% anual, así como afrontar con las máximas garantías la reconstrucción, fijando la hoja de ruta para la actividad empresarial. De hecho, las normas tienen beneficios económicos y suponen el 1% del PIB español, mientras que para las empresas representan hasta el 5% de sus ingresos por ventas. Además, las normas reducen un 7% los costes empresariales.
Entre otros temas tratados cabe destacar la gestión de la calidad, la eficiencia energética, la transformación digital, la innovación, la ciberseguridad, y las prácticas de buen gobierno corporativo. Ambas entidades han incidido en la necesidad de apoyarse en los estándares que sirvan como marco orientativo a las empresas y atiendan sus necesidades en un contexto de incertidumbre.
España, quinto país en normas de calidad
Según el informe The ISO Survey de la Organización Internacional de Normalización (ISO), España es el quinto país en la implementación de normas de calidad en empresas e instituciones, solo por detrás de China, Italia, Japón y Alemania, y lidera comités internacionales en numerosas áreas, como antisoborno, energía, salud y seguridad en el trabajo o gestión de la seguridad vial.
La normalización ha supuesto una herramienta eficaz para fortalecer la confianza en las empresas que generan nuevos proyectos y fomentar su credibilidad para a acceder a los fondos europeos. Por su parte, la Administración Pública, en favor de una mayor transparencia en la contratación y la colaboración con el tejido empresarial, se ha apoyado en las normas UNE para desarrollar un lenguaje común con el que dialogar y consensuar con el ámbito privado, teniendo a la Agenda 2030 y a los Objetivos de Desarrollo Sostenible como marco de actuación.
El presidente de UNE, Carlos Esteban, ha recalcado que “las normas constituyen unas directrices prácticas para mejorar la competitividad empresarial y favorecen la seguridad de los procesos industriales, la fabricación de los productos y las mejores prácticas corporativas”. En este sentido, ha destacado que “España es líder en la adopción de estándares mundiales, lo que se traduce en una sólida base para afrontar con garantías la recuperación económica”.
Para Javier Calderón, director de Empresas y Organizaciones de CEOE, el liderazgo mundial de España en este sentido “no es fruto del azar, sino que responde a que se llevan haciendo muchos años las cosas bien para mejorar la gestión”. Además, Calderón ha apuntado que una normalización adecuada es esencial para dar seguridad a las empresas españolas, “máxime en un contexto como el actual, marcado por la incertidumbre”.