El sector de la restauración afronta el presente con relativo optimismo después de reinventarse tras las restricciones impuestas por la pandemia. Mientras perdía casi un 40% de las ventas en los locales, el delivery crecía por encima del 20% y disparaba su facturación.
Pero, aún así, y en un contexto en el que la tecnología se convierte en pieza clave del engranaje de la entrega a domicilio, casi un tercio de los negocios del sector sigue sin digitalizarse.
“Las herramientas tecnológicas no solo permiten ofrecer servicios de comida a domicilio, también son fundamentales para que los clientes vuelvan a llenar bares y restaurantes”. Lo explica Salvador Alcaraz Marín, cofundador de ReadyMe, un sistema de pedidos online, que permite centralizar en una plataforma digital la carta, los pedidos take-away y delivery, y los que se hacen para consumir en el propio local vía app móvil.
Y es en este último campo, donde se cuela una de las nuevas apuestas del sector de la restauración, el autopedido en mesa. “Llegó hace unos años de la mano de algunas multinacionales de comida rápida, pero ya es una realidad que cada vez están adoptando más restaurantes, ya sean independientes o formen parte de una cadena”.
Alcaraz Marín cree que esta tendencia, que ha comenzado a adoptarse tras la pandemia como medida de prevención para reducir el contacto entre el cliente y el personal del restaurante, aporta muchos más beneficios al negocio y los comensales más allá de los estrictamente sanitarios. “Reduce el tiempo de ocupación de la mesas al agilizar los pedidos y, en consecuencia, incrementa su rotación de forma considerable, permitiendo al negocio ofrecer más turnos de comidas. Reducir el tiempo de espera entre que se envía la comanda y se lleva el pedido a la mesa, también permite aumentar el número de consumiciones por mesa”.
Las ventajas del autopedido
Las métricas que maneja ReadyMe a este respecto son esclarecedoras: el autopedido reduce la ocupación de cada mesa en 26 minutos de media, mientras que el total de la cuenta aumenta hasta en un 35% en algunos casos. “Se trata de llevar al comensal un paso más allá. Si ya se ha acostumbrado a escanear con su smartphone un código QR para ver una carta, ¿por qué no ofrecerle también la posibilidad de hacer su pedido directamente desde la mesa?”. La apuesta de ReadyMe funciona, y ya cuenta con 400 restaurantes asociados, 6.000 usuarios de su app y 55 mil pedidos procesados.
Un código QR con un enlace a una carta publicada en un perfil de Facebook o a un documento PDF. Así es desde hace meses la vuelta a los bares y los restaurantes de miles de españoles cuando quieren consultar menús y cartas. “Dificultades para abrir estos links o para leer las cartas son el pan nuestro de cada día, y aunque ha sido muy útil para superar este periodo de dificultades, ha llegado el momento de profundizar en la digitalización de estos negocios”, explica el cofundador de ReadyMe.
