La facturación electrónica es un sistema que está plenamente integrado en nuestros procedimientos fiscales y empresariales, tanto a nivel privado como público. De hecho, se han publicado diversas normativas que obligan al uso de la efactura en ciertos supuestos. Por ejemplo, aquellas empresas que facturen a la administración pública, por encima de 5.000 euros, han de utilizar siempre este sistema (por debajo de esa cantidad, depende de cada administración).
Pero, ¿qué sabemos de esta herramienta? ¿cuándo y dónde se utilizó por primera vez? ¿qué regiones españolas son las más adelantadas en su implantación? En este artículos vamos a arrojar luz sobre algunos datos curiosos sobre el software de facturación y las facturas digitales.
Chile fue el primer país donde se implementó la efactura, en el año 2002, aprovechando la entrada en vigor de la ley sobre firmas y documentos electrónicos (ley 19.799). La principal institución del estado en educación superior pública, la Universidad de Chile, jugó un importante papel en el desarrollo y uso de dicho sistema.
De hecho, este organismo publicó tutoriales, educó al contribuyente e inició cursos de formación para que los chilenos se familiarizaran con esta herramienta. Su capacidad para evitar y detectar la evasión fiscal hizo muy popular a la factura electrónica y, desde hace 15 años se ha ido extendiendo a varios países (entre ellos, España). Sin embargo y a pesar de sus beneficios, a día de hoy, algunos países europeos aún están en trámites para incluir esta herramienta en su sistema público, como Polonia o Italia.
Madrid, Cataluña y Andalucía, las que más usan la efactura
Según un estudio de Seres, el año pasado se tramitaron en España más de 240 millones de facturas electrónicas, un 16,60% más que en 2019, en todos los ámbitos transaccionales (B2B, B2C y B2G). Las mismas fuentes arrojan datos muy curiosos en torno a esta herramienta digital:
- En tiempo, las empresas ahorraron 5015 años laborales en total.
- El uso de la efactura, solo el año pasado, evitó la tala de casi 13.000 árboles.
- Las empresas ahorraron más de 1.868 millones de euros en la gestión de las facturas en papel.
Asimismo, las comunidades que más facturas de estas características emitieron, el año pasado, son Madrid, Cataluña, Andalucía, País Vasco y Comunidad Valenciana. La comunidad madrileña emitió un 36,81% de sus facturas por medios digitales, el año pasado; por su parte, el porcentaje de la comunidad catalana fue de 27,27%; la andaluza fue del 10,54 %; la vasca, 4,73% y la valenciana, 4,61%. Es decir, que aún hay mucho por hacer, en este aspecto.
Seres también analizó los sectores que más utilizaban las facturas electrónicas y concluyó que el comercio lideraba el ranking, incrementando notablemente su uso el año pasado. El retail también se ha «espabilado» en este aspecto, sobre todo empujado por la pandemia y el estado de alarma. En ciertas actividades como la administrativa, la manufactura y en el transporte también se ha visto un incremento en el uso de medios digitales para la facturación.
Fuente: nuevomovil
El caso del extremeño que copió un software de facturación y se inventó una historia
En el año 2017, el diario extremeño «Hoy» publicaba que un joven programador de Zafra (Badajoz) había sido el ganador de un premio internacional, Software Process Achievement Award, que se celebraba en Atlanta (Estados Unidos). Roberto Salguero, que así se llamaba el joven, fue candidato al premio por su herramienta STGestión, un software de facturación y gestión para pymes y autónomos.
El problema, según publicaron varios medios como MuyLinux, es que el software de Salguero era una copia exacta de un programa de contabilidad, creado por un joven alicantino, Carlos García, unos años antes. Parece ser que el extremeño hizo un «mix» entre el desarrollo de Facturascripts de García, y el logo de una empresa de construcción de India. Rocambolesca historia que no termina ahí.
Si bien los premios que mencionábamos antes existen, lo cierto es que el diario El País comprobó que, entre los ganadores no estaba, ni estuvo nunca, la empresa de Salguero.
Carlos García habló con este periódico e indicó que su programa era de software libre, es decir, podía ser usado por cualquier desarrollador y beneficiarse de ello, con una condición: citar siempre al autor. Pero Salguero no solo siguió no cumplió estas reglas sino que declaró lo siguiente: «La verdad es que el galardón reconoce un trabajo que me ha ocupado unos cuatro años, el desarrollo del framework STC; una adaptación propia de lenguajes de programación que he usado en STGestión».
Después de la denuncia de García, la Asociación del Software libre de Cataluña denunció el caso, según indican en El País. A día de hoy, STGestión no existe y Facturascripts sigue funcionando.