Después de una época donde una baja inflación era la norma, los mercados financieros se han dado cuenta de que comienza la subida. Estamos al comienzo de un período de rápidos aumentos de precio y la mayoría de las empresas no están preparadas para lo que esto implica comercialmente, según indican en la consultora de estrategia y marketing, Simon-Kucher & Partners.
Para saber más sobre este momento crucial para el mercado español, hemos entrevistado, en exclusiva, a Miguel Afán de Ribera, socio de Simon-Kucher & Partners. El consultor nos ha contado detalles muy interesantes y útiles sobre cuánto subirán los precios y cuánto durará la inflación; cómo pueden prepararse las pymes frente a esta nueva situación y cómo ven a nuestro país en relación al resto del mundo.
MuyPymes: Además de los ya anunciados por el Gobierno, ¿qué subidas de precios deberíamos esperar a corto y medio plazo? ¿Y a largo?
Miguel Afán: Por ahora, los datos indican que la inflación ha llegado para quedarse. Después de unos años donde la inflación baja era la norma. En España, trabajamos con estimaciones de inflación entre el 1,5-2% durante los próximos años. En otros países donde también trabajamos recurrentemente como Rusia, EEUU o Brasil, esa tasa será significativamente mayor.
MuyPymes: Aconsejáis que las pymes lleven a cabo una gestión activa de precios ¿en qué consiste?
Miguel Afán: Significa anticipar los movimientos que van a ser necesarios a corto, medio y largo plazo. Por ejemplo, si ya tenemos estimaciones de inflación a 2/3 años, gestionar activamente significa trazar un plan concreto para amortiguar su impacto a lo largo de ese horizonte temporal.
La inflación tiene dos efectos: un impacto negativo en los costes las compañías (ej. materias primas, salarios). Por el contrario, el impacto positivo tiene que ver con que en un contexto donde los precios suben en general, el cliente tiende a aceptarlos mejor.
MuyPymes: ¿La inflación es solo consecuencia del aumento del gasto debido a la pandemia o han tenido que ver otras causas?
Miguel Afán: La inflación tiene varias razones, resumiendo:
- En épocas de crecimiento, la demanda puede crecer más rápido que la oferta. Esto genera falta de stock de recursos. Por ejemplo, de mano de obra o materias primas, como el petróleo
- Si a lo anterior sumamos políticas monetarias expansivas que ponen más liquidez en circulación, la velocidad de la demanda suele acelerar.
- La foto de la tormenta perfecta la completa la pandemia que provocó una rotura de la cadena de suministro. Esto generó aún menos oferta de recursos para acompañar la recuperación.
MuyPymes: ¿Cuánto se prevé que durará la inflación en España? ¿Está sucediendo lo mismo en Europa?
Miguel Afán: No prevemos un final a corto plazo, no en España ni en el resto de Europa o EEUU. Trabajamos con estimaciones de tasas de inflación elevadas a varios años vista.
Por otra parte, vemos tendencias inflacionarias a nivel global, no es una cuestión ni española ni europea. Por supuesto, cada país presenta diferencias en la tasa de crecimiento de los precios que viene ligada a causas específicas. Por ejemplo, si un país depende de la importación de un tipo de materia prima que proviene de un país con alta inflación, esas subidas de precio del país exportador acabarán trasladándose al país importador.
MuyPymes: ¿Qué consecuencia traerá esto para los negocios, especialmente para los más pequeños y los autónomos?
Miguel Afán: El impacto va a depender, simplificando, de dos aspectos. En primer lugar las empresas con márgenes ajustados o más holgados. Aquellos negocios que dependen de altos volúmenes de fabricación y venden a márgenes bajos tendrán un impacto muy superior.
Si, además, le sumamos que las empresas todavía no podrán vender a su velocidad de crucero por culpa de la pandemia (poco suministro, espacios limitados, etc), la situación es muy crítica. La solución pasa en muchos casos por reinventarse comercialmente. Negocios que han hecho lo mismo desde hace muchos años no tendrán más remedio que dejar de mirar atrás y ser creativos.
La creatividad comercial puede venir de la mano de nuevos segmentos de cliente, nuevos mercados, nuevos productos, nuevos modelos de ingreso, etc. Por poner un par de ejemplos, estamos viendo cadenas de restaurante que ahora venden en supermercados, hoteles que ahora ponen sus habitaciones como casas de alquiler, museos que comercializan sus actividades de forma virtual, empresas turísticas que venden suscripciones, etc.
En segundo lugar, están las empresas con poder para subir precios. Subir precios generando a su vez mayor negocio para la compañía es una habilidad que se entrena y que pocas compañías suelen ejercitar. Particularmente en España, y aún más en pequeñas empresas, siempre ha costado subir precios.
Una compañía con un buen músculo de pricing está acostumbrada a saber cuánto vale su producto o servicio, cobrar lo que debe y a actualizar dicho importe a lo largo del tiempo. En los próximos meses nos encontraremos con subidas de precio que se realizarán tarde y mal, por regla general. Las empresas invierten una cantidad enorme de tiempo pensando en cómo gastar menos, pero no en cómo cobrar más.
