Los ataques por ransomware se mantienen como uno de los problemas más importantes a nivel de seguridad dentro de mundillo tecnológico, y es comprensible, ya que no solo tienen un alto grado de utilización, sino que además pueden hacer mucho daño.
Cuando se producen ataques por ransomware, normalmente estos traen causa de una aplicación o enlace que contiene un tipo de malware, software malintencionado, que es el causante de la infección. Este malware es capaz de robar información de los equipos a los que infecta, y también puede servir para tener información a los datos alojados en otros equipos si logra extender la infección a aquellos, generando un efecto dominó cuyo impacto puede acabar siendo enorme.
Además de robar los datos, el ransomware los cifra y hace que estos sean inaccesibles por parte del usuario. Una vez cifrados, pide un rescate y amenaza con borrarlos, y en algunos casos también con hacer pública la información robada, si no se paga la cantidad reclamada. El problema es que, en la mayoría de los casos, pagar el rescate no soluciona nada. Por eso no es recomendable pagarlo.
Por suerte, protegerse de los ataques de ransomware es relativamente sencillo, y podemos minimizar su impacto si seguimos una serie de consejos sencillos:
- Hacer copias de seguridad periódicas: esto nos permitirá contar con un respaldo de nuestros datos en caso de secuestro y riesgo de pérdida de los mismos. Si no pagamos el rescate y los perdemos no pasará nada, podremos recuperarlos con esas copias de seguridad.
- Piensa antes de hacer clic: la mayoría de las infecciones por ransomware tienen su origen en ataques de phishing (suplantación de identidad). Antes de hacer clic en un enlace, de abrir un ejecutable o de dar tus datos en un correo electrónico asegúrate de que son de confianza, y en caso de duda, mejor no hagas nada.
- Utiliza herramientas de seguridad: con ellas podrás mantener tus equipos protegidos, y reducirás el riesgo de infecciones por malware en general. También existen herramientas específicas que protegen contra el ransomware.
- Recurre a máquinas virtuales: puede ser una buena manera para aislar espacios de trabajo concretos y crear un «sandbox» del que no puedan salir los ataques y las infecciones más peligrosas. Sin duda una buena opción.