Cualquiera que haya paseado alguna vez por las calles de Madrid se ha topado con una de las cervecerías más míticas de la ciudad, el Museo del Jamón, propiedad de la familia Muñoz desde los años 70. Sus productos, baratos, variados y castizos han hecho las delicias de un público de todas las edades, condiciones y procedencias, que agradecían un bocata de jamón con una cerveza por poco más de un euro, en el centro de la capital.
Igual que nos pasó hace meses con la cadena asturiana de pastelerías, Mamá Framboise, hoy nos enteramos con tristeza que la mitad de los locales del Museo del Jamón, echen el cierre en Madrid. Así lo cuenta en El Economista, Luis Alfonso Muñoz, gestor de la empresa y nieto de uno de los fundadores, quien acusa directamente al Gobierno español como responsable de la situación de su negocio.
«Nos nos ha quedado más remedio. El negocio en estas circunstancias es inviable. No podemos hacernos el harakiri. Ya no lo podemos soportar. Esta incertidumbre constante nos está matando. El Gobierno nos somete a cambios legislativos en el mismo día y no podemos defendernos ni prepararnos. Necesitamos una relativa certeza y no enfrentarnos a que en el mismo día se ordene una cosa y la contraria. El decretazo del estado de alarma nos ha llevado al cierre».
Según las mismas fuentes, unos 80 trabajadores se han quedado por culpa del estado de Alarma, que el Ministro Illa impuso en Madrid el pasado fin de semana, basándose en datos sanitarios antiguos. Además, este cierre afectará a proveedores de toda España, ya que los jamones que se exponían y vendían en los establecimientos procedían de familias productoras españolas.
«Es una señal de socorro. Me está costando todo esto un dineral. Nos vienen cañonazos por detrás y nos dejan sin poder planificar. Después del confinamiento hemos abierto en pérdidas. Hemos estado capeando el temporal, luchando por sobrevivir. Ahora, al igual que el resto de hosteleros de Madrid, el estado de alarma nos condena a tener que salir adelante únicamente con el público de Madrid capital. Eso es imposible. Sin turismo y sin la gente de la Comunidad de Madrid, que vienen desde Getafe, Pozuelo, Alcobendas, Alcorcón, Alcalá de Henares, o cualquiera de estos municipios, ya es imposible continuar. No podemos aguantar más pérdidas. Nuestras decisiones se toman de forma meditada, no improvisamos, y esto es algo que no entienden en el Gobierno», critica el empresario.
El Mercado de San Miguel, también cerrado
Otro de los lugares más emblemáticos, y dignos de visitar de Madrid, el Mercado de San Miguel, situado en pleno corazón de la capital, también anunció su cierre hace unos días. Parece ser que, en principio, esta decisión es temporal, hasta que acabe el estado de Alarma.
Se trata del segundo cierre del año, después de que abriera sus puertas el pasado 1 de julio, tras meses sin actividad.
«Dado que nuestra máxima siempre es velar por la seguridad de todos nuestros empleados y clientes, permaneceremos cerrados hasta nuevo aviso», han explicado en un comunicado, añadiendo que esperan «volver pronto y seguir acercándoos la mejor gastronomía española cuando la situación esté más controlada».
El difícil equilibrio entre la sanidad y la economía que estaba tratando de llevar a cabo el Gobierno de la CAM ha sido vapuleado hace unos días por el Gobierno de la nación. Además, y a pesar de la mejora de los datos, incluso estando por debajo de lo establecido para aplicar una decisión de tal calado, Illa ya ha anunciado que mantendrá el cierre de Madrid los 15 días estipulados. Mientras tanto, la ciudad se muere y se arruina.