La solicitud y concesión de créditos a empresas se ha disparado en los últimos meses a causa de la Covid-19 y del parón en la actividad económica provocado por la pandemia. Entre marzo y mayo de 2020 se han concedido operaciones por un valor de 131 mil millones de euros según la información facilitada por el Banco de España. Dentro de este periodo, abril registró el crecimiento más fuerte en la financiación a empresas, alcanzando los 53.343 millones frente a los 29.185 millones de mayo de 2019, lo que supone un aumento del 82%, una cifra inédita en la última década.
“Esta situación deja más evidente que nunca que las circunstancias actuales de las empresas pueden diferir mucho de las que reflejan sus balances y sus estados financieros auditados, información que se actualiza una vez al año”, señala José Manuel Aguirre, economista y director comercial de la consultora AIS Group, especializada en el desarrollo de herramientas y modelos predictivos para gestionar el riesgo de las entidades financieras, basados en técnicas de inteligencia artificial.
Radiografía de las nuevas operaciones
Los datos de nuevas operaciones reflejan que ciertos tipos de créditos han crecido no ya a un ritmo de dos cifras, sino de tres. Es el caso de los préstamos de más de un millón de euros a un plazo de entre 1 y 5 años, que crecieron en abril un 288% y casi un 210% en mayo.
En lo que concierne a los créditos de menor importe, los que no llegan a 250.000 euros, su tasa de variación interanual (abril 2019 frente a abril 2020) asciende al 918% en las operaciones a devolver en el plazo de entre uno y cinco años.
Sin embargo, el tipo de financiación estrella, es decir, el que más ha crecido respecto al año pasado, son los préstamos de entre 250.000 y 1 millón de euros a un máximo de cinco años, que venía de una etapa encadenando tasas negativas a repuntar hasta el 1.540% en abril 2020, manteniéndose en el 901,5% en mayo.
Buena parte de estas operaciones se están financiando gracias a los avales del Gobierno a través de distintos organismos, por lo que el riesgo para los bancos actualmente no es muy alto, admite Aguirre. No obstante, “la necesidad de financiación, en vista de las previsiones macroeconómicas, va a continuar, aunque previsiblemente a un ritmo menor. Bancos, financieras y fintechs van a experimentar cambios significativos en la calidad del riesgo de sus carteras de empresas, por lo que es momento de que las entidades financieras tomen medidas para adaptar sus sistemas al escenario postcovid”, afirma el directivo de AIS.
En este contexto cobran especial relevancia dos aspectos. El primero, disponer del máximo de información actualizada y veraz del cliente como sea posible. El segundo, tener al alcance herramientas que posibilitan simular escenarios. “Ambos -concluye Aguirre- son esenciales para tomar las mejores decisiones permitiendo a las entidades financieras tener bajo control su riesgo de crédito y su propia supervivencia”.