La empresa de seguridad informática, TECTECO Security Systems y Food for Life, la plataforma tecnológica impulsada por la Federación de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) han organizado un evento para ayudar a las pymes del sector alimentario a comprender estos riesgos y recomendarles la manera de protegerse frente a ellos. Bajo el título «La ciberseguridad en el sector alimentario», la jornada ha sido conducido por el experto en ciberseguridad, Rafael Cerrato, quien ha mostrado a los asistentes las nuevas prácticas delictivas y sus posibles consecuencias, los errores más comunes cometidos por las pymes, así como las herramientas clave para prevenir situaciones de conflicto.
“Las pequeñas empresas no siempre son conscientes de lo que se juegan cada día. Por ello, es vital que estén concienciadas internamente de los riesgos que asumen, para que puedan adoptar las medidas técnicas necesarias para evitarlo”, ha subrayado Cerrato.
Al encuentro ha asistido Nuria Arribas, directora de I+D+i de FIAB, quien ha asegurado:“Me consta que las empresas de nuestro sector muestran una notable preocupación por la ciberseguridad, y al mismo tiempo un cierto desconocimiento respecto a cómo afrontarla. Por ello agradecemos a TECTECO esta iniciativa, tan importante para concienciar y formar a nuestros empresarios, cuyo contenido haremos llegar a nuestros asociados de toda España”.
Por su parte, Alfonso Arbaiza, director general de TECTECO, ha destacado que, según un informe de Verizon, el 58% de los ataques para el robo de datos están dirigidos a pymes: “Los ciberdelincuentes están muy especializados en obtener rendimiento económico de los ataques, son profesionales que buscan víctimas con poca protección y de las que sacar beneficios, y las pymes son para ellos un objetivo claro”.
Confidencialidad, integridad y disponibilidad
Por otra parte, Cerrato ha querido dejar claro durante la jornada que ninguna empresa, por pequeña que sea, está libre de ser un objetivo potencial de las mafias organizadas y profesionalizadas que se dedican a los ataques cibernéticos: “Unas veces estos ataques buscan el robo de datos, pero otras simplemente buscan ordenadores desde los que realizar las actividades delictivas, comprometiendo a sus propietarios sin que ellos se enteren. Por ello, cuanto más ‘abiertos’ tengamos nuestros sistemas, más fácil será que ‘los malos’ entren en ellos para llevarse nuestra información o servirse de nuestras direcciones IP para cometer los ciberdelitos”.
A la hora de proteger nuestra empresa, Cerrato ha subrayado tres aspectos clave a tener en cuenta: confidencialidad, que asegura que sólo podrán acceder a la información corporativa las personas autorizadas; integridad, que protege los datos y las identidades para evitar que puedan ser manipulados o suplantadas; y disponibilidad, que garantiza que los usuarios autorizados tendrán acceso a los sistemas y la información que necesitan cuando lo necesiten.
Estas tres condiciones, por tanto, han de estar contempladas cuando una empresa implanta un mecanismo de protección, conocido formalmente como Sistema de Gestión de Seguridad de la Información (SGSI). Pero para que éste sea realmente eficaz es imprescindible el compromiso de la Dirección de la empresa y la implicación de todos sus empleados: “Muchas veces internamente no hay conciencia ni consciencia de las repercusiones que pueden tener nuestras acciones como empleados. Por ello es importante establecer una cultura de seguridad y ofrecer la formación necesaria en función de los diferentes perfiles de empleado”, ha afirmado Cerrato.