Quizás muchas veces te hayas planteado poner en marcha un negocio, pero te hayas bloqueado porque no sabes por dónde empezar. Pese a las dificultades que entraña, en España se emplea aproximadamente el doble de tiempo que en otros países de nuestro entorno abrir un business, se puede salir adelante con éxito. Además de las consabidas obligaciones con Hacienda y la Seguridad Social hay que cumplir otra serie de requisitos o trámites que vamos a desarrollar a continuación.
Investigar tu mercado
Antes de lanzarte a realizar cualquier tipo de inversión es el primer paso que hay que dar. Hay que saber si nuestro proyecto es viable. Debemos conocer a la competencia, a nuestros posibles clientes y determinar nuestro área de influencia. Es necesario buscar en Google palabras relacionadas con la empresa y hacer un análisis muy a fondo de la realidad. Esto tiene que quedar meridianamente claro antes de proseguir con nuestras intenciones. Por ello, debemos destinar parte de nuestro presupuesto a realizar un estudio de mercado.
Poner metas accesibles
Es necesario fijarnos metas cada x tiempo, por ejemplo cada seis meses. Pero sobre todo en el inicio, esas metas deben ser realistas. No debemos pecar de ambiciosos y hay que ir paso a paso para ir creciendo de manera progresiva. Se debe trabajar de atrás hacia adelante y tenemos que descubrir lo que necesitamos hacer cada día para llegar a nuestro objetivo.
Crear una estrategia de marketing
Con las nuevas tecnologías, el marketing, especialmente el digital, juega un papel fundamental. Hay que determinar tanto los canales de difusión, como la actualización de nuestro blog, de nuestras redes sociales y la intención que queremos transmitir a través de los mismos.
Asimismo, deberíamos trabajar en la creación de una página web atractiva y original. Con el paso del tiempo debemos dedicar tiempo también al branding, a promover nuestra marca. Las estrategias de posicionamiento SEO y SEM, así como el trabajo en Facebook, Twitter, YouTube o Instagram se antoja indispensable en los tiempos que corren.
Trámites genéricos
Son aquellos que hay que cumplir antes de poner en marcha un negocio, sea cual sea su naturaleza.
- Administración de Hacienda: declaración previa al inicio de operaciones, alta en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE) en una oficina de la Agencia Tributaria con la actividad empresarial correspondiente y en el IVA, declaración censal de inicio de actividad y obtención del CIF.
- Registro Mercantil: inscripción de la sociedad (en caso de no ser autónomo). Tenemos que constituir una sociedad ante notario mediante la firma de los socios de la empresa. Después, debemos inscribir la compañía en el Registro Mercantil Provincial para poder tener todos los derechos jurídicos en orden. Y además debemos legalizar los libros de sociedades en el Registro Mercantil provincial de turno. Necesitamos un certificado oficial en la primera página de los libros y marcar el resto de las hojas con el sello del Registro.
- Tesorería General de la Seguridad Social: inscripción del empresario en el Régimen de Trabajadores Autónomos (sólo si va a realizar la actividad como tal), inscripción de la empresa en la Seguridad Social y alta de los empleados.
Forma jurídica y certificación negativa
Tenemos que determinar el tipo de empresa que vamos a crear y se debe determinar la forma jurídica: sociedad anónima, sociedad limitada, cooperativa… Asimismo, es necesario obtener en el Registro Mercantil Central la certificación negativa del nombre de la sociedad (CNN) que acredite la exclusividad y no existencia de otra sociedad con el mismo nombre. Esto es necesario para, posteriormente utilizar símbolos distintivos y originales en la Oficina Española de Patentes y Marcas, ya que haber registrado anteriormente una denominación en el Registro Mercantil no significa tenerla protegida como marca.
Capital social
Es el depósito que debemos realizar en una cuenta bancaria cuando constituimos una sociedad. Para una sociedad limitada el mínimo son 3.000 euros, y para una sociedad anónima el capital no podrá ser menor de 60.000 euros. También debemos solicitar el NIF, el número de identificación fiscal, una vez hayamos dado este paso.
Arrancar
Una vez que hemos superado los tediosos trámites burocráticos, llega el momento de echar a rodar. Es la hora de bajar la persiana y atender a nuestro primer cliente ya sea en una tienda física o bien de manera online. Los primeros tiempos son los más difíciles. El choque con la realidad puede llevarte a modificar el negocio planificado de manera total o parcial, para garantizar su supervivencia. Si ya estás en marcha, presta atención a lo que ocurre en el mercado y en el caso de que lo necesites, adáptate a sus necesidades. Cuando nos hayamos hecho con un nombre en nuestro sector y seamos lo suficientemente conocidos por nuestros clientes, llega el momento de crecer, de expandirnos y de explorar otros mercados.
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