Las pymes y los autónomos tienen en los impagos una de sus mayores preocupaciones. Y no es para menos a tenor de los datos de morosidad.
Se estima en poco más de tres meses el tiempo medio que espera un autónomo para cobrar de la administración o de otros trabajadores autónomos. Esta demora afecta a la liquidez del negocio y a los recursos para cumplir con las obligaciones fiscales y administrativas.
Según la información aportada por la ATA, más de 500.000 autónomos cerraron sus negocios por los impagos. Además, no hay consecuencias por el incumplimiento de la Ley de Morosidad.
Para evitar o al menos reducir el impuesto de clientes morosos vamos a introducir una serie de consejos.
Documentarse antes de firmar acuerdos o hacer nuevos clientes. Es conveniente consultar el historial de tu futuro cliente en fuentes públicas y privadas. Entre las primeras está el Registro Mercantil y de la Propiedad, donde puedes comprobar sus cuentas anuales o los bienes e inmuebles que posee. También puedes informarte sobre el estado financiero de tu cliente con los ficheros o registros de morosos de algunas empresas, sobre las cuantía de los impagos tanto de autónomos como de empresas.
Marcar tus propias condiciones de pago. Para evitar que los clientes morosos te mareen, es necesario que establezcamos nuestras propias normas recogiendo las condiciones por escrito.
Hay condiciones ventajosas para ti como es el caso de la fórmula del cobro anticipado o confirming. De este modo te aseguras que la factura no queda pendiente. Otra opción en el caso de que nos parezca muy brusco es establecer pagos parciales o por plazos con afianzamiento. Es aconsejable, asimismo, optar por una domiciliación bancaria mediante el sistema SEPA, sobre todo si es un servicio recurrente.
Enviar las facturas a tiempo. En cuanto a morosidad, no todo depende del otro. Tener una actitud proactiva es fundamental y debemos mandar las facturas con antelación para que no llegue el vencimiento del cobro. Si el destinatario es profesional o empresario debes emitir la factura antes del día 16 del mes posterior a la fecha en la que se haya producido la operación.
Revisar el histórico de clientes. Muy importante para evitar clientes morosos. Hay que llevar un control de compras y pagos mediante una base datos para saber si la relación es provechosa o conviene desestimarla.
Recordatorio de pagos. Además de indicar en el contrato o presupuesto los plazos de pago, conviene hacer lo que esté en tu mano para facilitar esa tarea o proceso. Por ejemplo, enviar toda la información una semana antes del cobro y los datos que necesitan para proceder al mismo. También es aconsejable incluir la fecha de cobro.