La inflación sigue moderando su perfil dentro de la senda positiva en la que se ha situado en los últimos meses. El último dato publicado por el Instituto Nacional de Estadistica (INE) habla de una ligera moderación en la subida de los precios, hasta una tasa interanual del 1,6% en el mes de octubre, dos décimas menos que en el mes anterior.
Transporte , vestido y calzado y vivienda constituyen los tres grupos que han ayudado a moderar el crecimiento de la inflación. El primero ha reducido su avance en más de un punto, mientras que la vivienda ha aportado una caída de siete décimas. En el lado de las subidas se sitúa alimentos y bebidas no alcohólicas, cuya tasa interanual se sitúa en el 2,3% tras una subida superior al punto porcentual en octubre.
La inflación subyacente, la que excluye de su cálculo los elementos cuyos precios fluctúan de una manera más exagerada, se encuentra situada en el 0,9%, siete décimas por debajo del IPC general. Es un dato prometedor para comercios, establecimientos de restauración o tiendas de moda, los principales negocios de pequeñas y medianas empresas (pymes) en nuestro país.
El incremento de los precios siempre constituye un mal fario para las empresas, porque una elevación generalizada del coste de productos y servicios reduce la renta disponible de las familias y disminuye la posibilidad del gasto en todo lo que no sea bienes de primera necesidad.
Existe una segunda derivada en el incremento de los precios y es la necesidad de los bancos centrales para controlar los precios mediante el manejo de los tipos de interés al alza.
Hasta septiembre del pasado ejercicio, la inflación se situó en territorio negativo. Lo que se denomina deflación y que entraña un riesgo brutal de parada de la economía, porque se congelan las decisiones de inversión hasta que los precios caigan más.