Hailo fue una de las primeras startups que introdujeron el uso de una App como forma de reservar y pagar un taxi desde el móvil. La empresa, fundada en 2011 en Londres por Caspar Woolley y respaldada por inversores de prestigio como Richard Branson, se expandió pronto a nuevos países y en 2015 ya contaba con presencia, además de Reino Unido, en España, Irlanda, Japón y Singapur.
En 2013 inició un ambicioso plan de expansión a Estados Unidos, pero sólo un año más tarde, la compañía decidía plegar velas y dar marcha atrás. Como detalla hoy «The Telegraph», de los 21,7 millones de libras que en 2014 la compañía ha declarado en pérdidas, más de la mitad (11,7 millones) corresponden a su frustrada aventura americana.
¿Qué problemas se encontró la startup inglesa al otro lado del Atlántico? En primer lugar el tener que competir con compañías tan financiadas y bien asentadas como Uber o Lyft, pero en segundo término y como la propia compañía ha develado en un comunicado oficial «el gasto astronómico en marketing que es necesario invertir para poder competir, hace que obtener beneficios sea prácticamente imposible para una pequeña empresa».
Y no es Hailo sea una empresa con pocos recursos. La startup británica ha conseguido levantar más de cien millones de euros en sucesivas rondas de financiación, pero que en realidad son poca cosa si los comparamos con los 60.000 millones de dólares en los que está valorada Uber o en el hecho de que Lyft haya invertido nada menos que 96 millones de dólares en marketing durante el primer semestre de 2015.
Pese a las pérdidas del último año, la empresa ha conseguido aumentar sus ingresos en un 39%, llevándolos hasta los diez millones de euros en el último año. La aventura de Hailo sin embargo muestra la enorme distancia que sigue separando las grandes startups americanas de sus «rivales europeas» que en realidad sólo tienen una oportunidad en América si son capaces de encontrar el nicho de mercado adecuado.