En un futuro no muy lejano, ya no necesitaremos utilizar tarjetas de crédito para sacar dinero de una cajero automático. Bastará que miremos la pantalla para que Irving, un nuevo cajero equipado con tecnología biométrica, desarrollado por Diebold y Citigroup nos reconozca y nos permita retirar la cantidad solicitada. El nuevo cajero automático es una de las innovaciones que estos días han podido verse en la conferencia Money20/20, en la que cada año se presentan las grandes novedades tecnológicas que aspiran a cambiar la industria financiera.
El nuevo cajero automático, en realidad hace uso del smartphone del usuario para llevar a cabo el grueso del proceso. Esto quiere decir que estamos ante una máquina que no sólo no tiene lector de tarjetas de crédito, sino que tampoco dispone de teclado físico ni de pantalla. ¿La gran ventaja? Se reduce considerablemente su tamaño. ¿Cómo funciona entonces?
El smartphone del usuario,a través de la App de su entidad bancaria, se conecta vía NFC con el cajero automático, que vuelve a identificarle realizando un escáner de iris. A partir de aquí, el usuario utiliza su smartphone para indicar la cantidad de dinero que quiere retirar (o si desea realizar otra operación). Si todo va bien, el proceso se completa en menos de diez segundos. De momento el nuevo cajero se encuentra en base beta en los laboratorios de innovación de Citigroup, pero es de esperar que antes del 2020 lo veamos instalado.
Si bien sobre el papel todo parecen ventajas, está por ver qué piensan los usuarios sobre el hecho de que su entidad bancaria les reconozca escaneando su iris. Puede que las generaciones más jóvenes (millenials) no pongan demasiadas pegas, pero los argumentos empleados podrían no convencer a amplios segmentos de la población, especialmente a los más mayores.