¿Estás pensando en desarrollar tu propia App? Además de tener una buena idea de negocio y conocimientos a la hora de programar, deberemos tener cuidado en no cometer los más elementales errores, como no tener un plan de negocio antes de ponernos a programar, encontrar nuestro nicho de mercado o determinar cómo vamos a monetizar nuestra App. En este artículo os destacamos además los siete que consideramos que separan el éxito del fracaso.
1. Mantener tu idea en secreto, pensando que te la pueden robar
De repente, tienes una gran idea para desarrollar una App. La pregunta que tienes que hacerte es la siguiente. ¿A quién le puede interesar? Porque puede que consideres que tener una solución capaz de medir el ciclo de vida de la mosca del vinagre puede ser revolucionario, pero puede que esa misma idea no le vaya a interesar a mucha gente más.
Si estamos hablando a nivel teórico, las posibilidades de que nos acaben robando una idea, son realmente escasas. Básicamente porque ideas hay muchas, pero son todavía muy pocas las personas que saben programar y están dispuestas a hacerlo en base a lo que les podamos contar. ¿Lo más inteligente? Hablar, hablar, hablar. Obtener todo el feedback posible sobre la viabilidad de nuestra idea, el interés que genera y aprender desde el primer momento qué podemos mejorar.
2. Pensar que alguien va a desarrollar tu App a cambio de un posible éxito futuro
Si queremos desarrollar una App, dos son las cosas: o lo hacemos nosotros mismos (aunque sea una primera versión inicial), o vamos a tener que contratar a un profesional que nos ayude. La explosión del mundo de las Apps y su profesionalización lleva a un terreno en el que nos va a ser realmente difícil encontrar un desarrollador que esté dispuesto a «echarnos un cable» a cambio de futuras acciones o beneficios que podamos obtener a través de nuestra App.
El mundo de las Apps se ha vuelto tan competitivo y es tan complicado escalar posiciones en las principales tiendas de aplicaciones, que aceptar este tipo de tratos supondría básicamente para el desarrollador tabajar gratis. ¿Y quién no quiere cobrar por su trabajo?
3. Intentar pedir un crédito o acudir a un Business Angel únicamente con una idea
Una buena App si tiene sentido y cubre una necesidad, puede recorrer cierto camino en el mundo de los Business Angels, los concursos para emprendedores e incluso en ciertas entidades financieras que apoyas iniciativas tecnológicas. Lo que no vamos a conseguir es que financien nuestra «idea» sin que tengamos al menos una primera versión que podamos mostrar.
4. Intentar hacerlo todo sin contar con ayuda especializada
Desarrollar una App es mucho más que ponerse a programar. Desarrollar una App es tener sólidos conceptos de diseño, marketing y saber determinar el modelo y la forma en la que la queremos monetizar. Como difícilmente vamos a sobresalir en cada uno de esos campos, vamos a necesitar contar con un equipo profesional que comparta nuestra visión y nos ayude en el desarrollo.
5. No testear
Tu primera máxima como desarrollador de una App tiene que ser probar. Probar, probar, probar y volver a probar. Someter a tu App a todo tipo de situaciones, dispositivos. Probarla si se ejecuta sola, si se encuentra en un escenario multitarea…. demostrar su usabilidad dándosela a distintos grupos de usuarios y obtener siempre feedback. No lo olvides: probar, probar y probar.
6. Apostar exclusivamente por el marketing viral
Un éxito de marketing viral es sin lugar a dudas un fenómeno que se puede replicar. Un vídeo divertido pero a la vez informativo, un blog interesante y el apoyo de miles de fans en Facebook son sin lugar a dudas elementos que están en la base de todo buen fenómeno viral. La mala noticia es que las posibilidades de éxito son más bien escasas. O contamos con una agencia que sabe cómo llegar a las personas adecuadas o las posibilidad de que nuestro experimento viral se convierta en un fenómeno mainstream son más bien limitadas. El buen marketing apuesta por supuesto por la viralidad, pero no de forma exclusiva.
7. Pensar cómo vas a monetizar tu App después de lanzarla
A la hora de desarrollar una App, tan importante resulta que esté diseñada y programa de forma impecable, como saber desde el primer momento cómo la queremos monetizar. ¿Va a ser una Apps de pago? ¿Vamos a apostar por un modelo freemium? ¿Vamos a ofrecer compras in-app o vamos a apostar por ofrecer servicios externos asociados a la App? ¿Va a ser una aplicación gratuita financiada con publicidad? La forma en la que moneticemos nuestra App va a influir en su diseño, su programación, su plan de marketing.. etc. No es algo que en ningún caso podamos relegar al último lugar.
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