El régimen de IVA de caja se incluyó en la Ley de Emprendedores aprobada en septiembre del año anterior, aunque el reglamento no se publicó en el BOE hasta finales de noviembre. La legislación estableció que las empresas con un volumen de facturación inferior a dos millones que quisieran aplicar el IVA de caja a partir de este año debían comunicarlo a Hacienda antes del 31 de diciembre. Ese límite se amplió posteriormente hasta el 31 de marzo ante el nulo entusiasmo que mostraron las empresas por acogerse a un régimen que llevaban años exigiendo.
Los últimos datos reflejan que este desinterés general continúa. Y es que, según ha podido saber Cinco Días, solo 21.569 contribuyentes se han adherido al tan anhelado criterio de caja, lo que equivale al 0,9% del total (se distribuyen en 11.184 trabajadores por cuenta propia y 10.385 pequeñas y medianas empresas). Esto no tiene nada que ver con las cifras que esperaban desde Hacienda: 1,3 millones de autónomos y un millón de pymes.
El bajo número de adhesiones tiene diversas causas. Por un lado, una empresa no deberá pagar el IVA hasta cobrar la factura –esta es la parte positiva–, pero tampoco podrá deducirse el impuesto hasta que haya pagado. Además, las empresas que facturan por encima de los dos millones no pueden adherirse al IVA de caja, sin embargo, pueden verse afectadas si su proveedor es una pyme acogida al nuevo régimen.
El nuevo IVA de caja también genera gastos de gestión al obligar a actualizar el software de las empresas. Así, grandes compañías han presionado –incluso amenazado- a sus pequeños proveedores para que no se acogieran al régimen de IVA de caja. Por otra parte, las empresas acogidas al IVA de caja deben incluir dos nuevos epígrafes en los libros-registro de IVA para notificar la fecha de cobro o pago y el medio utilizado.
Si bien no suponen obligaciones formales excesivas, todos los cambios generan cierto recelo en las compañías, que han optado por la prudencia. En cualquier caso, las pymes que quieran y cumplan los requisitos podrán aplicar el IVA de caja a partir de 2015.