Los deshaucios, la falta de financiación de las pymes, los países rescatados, la falta de crecimiento. Son algunos de los problemas más serios a los que se está enfrentado Europa. Pero para la canciller alemana, Angela Merkel, ninguno supera el drama del desempleo juvenil, que en países como España amenaza con superar la barrera psicológica del 50%.
Merkel aseguró ayer que es «el problema europeo más urgente en estos momentos», pero a la vez advirtió de que las dificultades del mercado laboral no se podrán solucionar «únicamente con dinero, sino sólo con reformas prudentes».
En una entrevista concedida a varios medios de comunicación (entre ellos El País), la líder alemana admitió que el problema del mercado laboral tiene raíces profundas. «No es prudente, por ejemplo, que en algunos países se flexibilice el derecho laboral solo para los jóvenes y no para los mayores que tienen trabajo desde hace tiempo. En períodos económicamente difíciles, esto favorece el desempleo juvenil».
Asimismo, consideró «insostenible» que en un continente que envejece, como es Europa, la tasa de desempleo juvenil sea «demasiado elevada». Merkel defendió que cuando hay defectos, son los políticos los que deben aportar soluciones, e incidió en la importancia de evitar una generación perdida.
En esto contexto, Berlín acoge este miércoles una cumbre europea centrada en el empleo a partir de la cual, según Merkel, los países van a comenzar a intercambiar sistemáticamente experiencias muy concretas sobre medidas que funcionan. Así, señaló que desde la reunificación Alemania tiene experiencia con una reducción efectiva del desempleo a través de reformas estructurales que ahora puede aportar a sus socios.
Preguntada por si el modelo a seguir son los ‘minijobs’ alemanes, Merkel asegura que no tiene intención de ampliar el sector de salarios bajos en su país, puesto que existe una gran demanda precisamente de mano de obra cualificada que no siempre se puede cubrir con trabajadores alemanes.