Desde que las redes sociales ocupan un papel tan importante en la sociedad, ha surgido el debate sobre si es perjudicial para las empresas que sus trabajadores tengan acceso libre a ellas, o si es mejor restringir su uso o censurarlo en el ámbito laboral.
Muchos piensan que es beneficioso para el trabajador, ya que hace aumentar su rendimiento y por tanto su productividad, pero un reciente estudio de harmon.ie demuestra lo contrario, las empresas estarían perdiendo un coste estimado de 10.375 dólares anuales en productividad por cada empleado.
El estudio, del que se hace eco Mashable, se ha realizado tomando como base los hábitos en el trabajo de 500 empleados estadounidenses procedentes de empresas de diferentes características y tamaños. Según harmon.ie, las redes sociales, emails y chats representan ya el 60% de las distracciones en el lugar de trabajo, desbancando al café o a las reuniones.
Un 50% de los trabajadores sometidos a estudio reconocieron no trabajar más de un cuarto de hora sin acabar presos en las garras de este tipo de servicios. Concretamente, el servicio más usado es el correo electrónico con un 23%, después iría Facebook con un 9% y por último los chats con un 6%.
Yaacov Cohen, CEO de harmon.ie asegura que, «las tecnologías de la información que se diseñaron en parte para ahorrar tiempo están haciendo precisamente lo contrario.Las herramientas con las que trabajamos están interfiriendo en nuestro trabajo».
