En vez de despertarnos y arrastrarnos lentamente hasta la ducha, para después beber a toda prisa un café y dormirnos en el metro antes de llegar al trabajo, podemos empezar nuestras mañanas de una forma muy diferente. Podemos hacer lo posible para que nuestras mañanas estén llenas de energía, convirtiéndonos en personas productividad desde primera hora de la mañana. ¿Cómo podemos conseguirlo? Hay muchas formas pero en MuyPymes os aconsejamos el siguiente método.
30 sentadillas nada más despertar
Cuando suena el despertador, lo último en lo que estamos pensando es en ponernos a hacer sentadillas. Sin embargo, es una excelente forma de empezar nuestro día. Es un ejercicio muy sencillo de realizar y que además en sí mismo contiene ese componente de dificultad que progresa aritméticamente a medida que hacemos repeticiones.
El ejercicio aumenta nuestro ritmo cardiaco, mejora la la circulación sanguínea y despeja todo nuestro organismo para el nuevo día que está a punto de empezar.
Agua fría
Todos estamos de acuerdo en que una ducha mañanera es una buena forma de despejarse. El problema es que cuando nos duchamos con agua caliente nuestro cuerpo tiende a relajarse en exceso, por lo que no siempre es la mejor forma de estar a punto.
Se nos acusaría de crímenes contra la humanidad si recomendásemos duchas de agua fría, pero seguramente los nervios se calmen si contamos que probablemente la mejor ducha mañanera sea la que combine varias temperaturas, terminando nuestra ducha con unos diez o 20 segundos de agua fría.
Un desayuno en condiciones
Suena tópico, pero el desayuno es la comida más importante del día. Y no, un café con leche y unas galletas son se pueden considerar un buen desayuno. Un buen desayuno consiste en una acertada combinación de fibra proteínas y en menor medida lácteos. Esto no quiere decir que tengamos que comer tanto como para alimentar un ejército, sino simplemente algo más de lo que solemos hacer habitualmente.
Intenta evitar el café en la medida de lo posible (puedes sustituirlo por el té) y apuesta por la avena, distintos cereales, tostadas, mermeladas y zumos para mantener alto tu nivel de energía.
Música
La música puede ser un gran estimulante para empezar cada mañana, con energía si sabemos elegir la combinación adecuada de canciones. Si eliges canciones que te motiven, puedes provocar que tu cuerpo asocie la música con el estado de energía y alerta que te ayudan a tener una mañana productiva.
Pequeños progresos
Como en muchas otras cosas, no podemos aspirar a ser «super productivos» en unas semanas. Valora los progresos que haces poco a poco. Intenta cambiar pequeñas cosas de tu rutina diaria, no intentes hacerlo todo a la vez. Asume cuáles son las cosas que no puedes cambiar y no le des más importancia de lo que tienen y en definitiva, intenta ser feliz.