Aunque el titular puede resultar un poco chocante, Internet se ha convertido en un problema de adicción para muchos internautas, tanto es así que, al igual que ocurre con otras adicciones, necesita de terapia y asesoramiento profesional. Si hasta hace bien poco era un simple medio para poder informarnos o intercambiar opiniones, la Red de redes se ha convertido en un submundo increíblemente amplio, en el que una vez que entras difícilmente puedes llegar a salir.
Es por ello que Estados Unidos ha abierto una clínica para adictos a Internet: ReSTART. Concretamente ubicada a unos 48 kilómetros de Seattle, la ciudad más grande del Estado de Washington, y fundada por Hilarie Cash, un terapeuta experto en este tipo de adicción. China, Corea del Sur y Taiwan ya tienen centros que ofrecen este tipo de ayuda.
Por poco más de 14.000 dólares, unos 10.000 euros al cambio, hasta seis personas a la vez puede pasar 45 días intentando superar su afán insaciable de estar conectados «eternamente» al ciberespacio. A los residentes se les da orientación y psicoterapia, así como alentar su entusiasmo a hacer actividades en grupo, tales como tareas domésticas, paseos en el recinto y ejercicio.
RESTART ofrece a cualquiera que sospeche que padece la adicción a Internet la oportunidad de probar una encuesta de comportamiento que, amablemente, se puede completar (ironías de la vida) a través de Internet. La pregunta 12, por ejemplo, dice: «¿Estás experimentando agotamiento crónico debido a la falta de sueño, aumento de peso debido a la falta de ejercicio, una mala salud general debido a una nutrición deficiente, u otros problemas físicos debido al uso excesivo de Internet o de los videojuegos?».
En esta clínica, actualmente, existen ya personas que han superado con éxito el programa y han salido recuperadas de este tipo de adicción. Una de ellas ha sido Ben Alexander, un adicto al juego World of Warcraft, que pasó de jugar un par de horas al día a hacerlo durante más de 17 horas diarias.