Las vemos todos los días. Las asociamos con valores. Confíamos en ellas. Las marcas son desde hace mucho tiempo signo distintivo de las empresas y forman parte de su propiedad industrial. Las marcas que muchas pymes ven como un mero trámite legal, son en realidad la cara distintiva de una empresa en un territorio determinado y por lo tanto es importante no sólo registrarla, sino defenderla.
Vigencia y uso de la marca
La marca, aunque una vez solicitada, puede ser mantenida de forma indefinida, debe ser renovada cada diez años, pagando las tasas correspondientes. De no hacerlo, podemos encontrarnos ante la situación de que alguien más avispado se ha hecho con los derechos de explotación. Incluso cuando ya hemos dejado de utilizar una marca determinada, no es mala política renovarla, precisamente para que aunque sea de forma no activa, siga formando parte de nuestra cultura corporativa.
Por otro lado, resulta curioso descubrir que pese a nuestro deseo como empresarios, no todas las marcas son registrables. De hecho tal y como afirma la Ley de Patentes y Marcas, no sólo no pueden registrarse las marcas que sean contrarios a la Ley, sino tampoco aquellas que «atenten contra las buenas costumbres» o las que «imiten el escudo, la bandera, las condecoraciones y otros emblemas de España»
Por supuesto, tampoco son registrables aquellas que «puedan inducir al público a error, por ejemplo sobre la naturaleza, la calidad o la procedencia geográfica del producto o servicio» lo que viene a significar entre otras cosas que no podemos registrar una marca como «Cola-Cola» intentando hacerla pasar como si fuese la «Coca-Cola» original.
Entonces ¿Cómo sé si puedo o no registrar la marca que tengo en mente? Puede que estemos seguros de que nuestra marca no infringe ninguna ley, pero lo que es probable que no sepamos es si nuestra marca ya está siendo utilizado por un tercero. Para averiguarlo podemos acudir a algunas de las entidades que veremos a continuación, pero podemos comenzar haciendo una búsqueda inicial en Internet.
En este sentido, la misma Oficina Española de Patentes y Marcas nos proporciona varias herramientas que pueden ayudarnos a hacer una investigación preliminar como son la búsqueda de patentes y marcas o consultar la situación de un expediente determinado.
Proceso de registro
En España existen tres entidades a las que nos podemos dirigir: la OEPM (Oficina Española de Patentes y Marcas), los Centros Regionales de Información de Propiedad Industrial y los Agentes de la Propiedad Industrial.
La OEPM puede proporcionarnos información general sobre las marcas, pero curiosamente no puede asesorarnos sobre el procedimiento a seguir, ya que una de sus competencias es evaluar la validez o no de una marca (la pescadilla que se muerde la cola).
Más suerte vamos a encontrar en los Centros Regionales de Información de la Propiedad Industrial. Creados por las distintas Comunidades Autónomas como oficinas de servicio al ciudadano, nos van a ofrecer no sólo información sino también orientación e incluso la tramitación de nuestra solicitud, asesorándonos sobre las posibles incidencias que puedan presentarse a lo largo del proceso.
Por último existe la figura de los Agentes de la Propiedad Industrial, personas físicas inscritas en el registro de la OEPM, cuyas funciones son las de ofrecer y prestar habitualmente sus servicios, para aconsejar asistir o representar a terceros. Normalmente estos agentes, al igual que las notarías o las gestorías, tienen sus propias empresas que sirven de entrada para la gran mayoría de pymes que no quieren «afrontar» solas el proceso .
Pero ¿Cuánto cuesta registrar nuestra marca? Si tenemos en cuenta que la marca es un elemento fundamental de nuestro negocio, descubriremos que registrarla o renovarla, es relativamente económico. Las tarifas de este año exigen por el registro de una marca 138,94 euros (277,88 euros si es de clase o colectiva) y curiosamente resulta algo más caro renovarla: 160,86 euros (323 euros si es de clase o colectiva).
Stop a las falsificaciones
Además de ser nuestra mejor arma promocional, registrar una marca es desde luego el arma más eficaz que tenemos para luchar contra las falsificaciones. De hecho, desde la propia OEPM hace unos meses se lanzó el portal «Stop Falsificaciones», un espacio en el que las empresas pueden asesorarse sobre el procedimiento a seguir en caso de que su marca haya sido falsificada y que además ofrece información útil y de actualidad sobre el mundo de la propiedad industrial.
Es aquí donde nos enteramos que sólo en 2o11 fueron intervenidos en nuestro país 5,5 millones de productos falsificados, provenientes en su mayor parte de distintos países asiáticos. Es también aquí donde se nos informa que la venta de falsificaciones a través de Internet ya supera el 10% del total y que no sólo afecta a casi todos los sectores del comercio, sino que supone además un importante foco de economía sumergida.
Encabeza esta clasificación la ropa (incluidos los accesorios), seguida de cerca por zapatos, material electrónico y relojes, pero también con una presencia importante de juguetes, gafas de sol y joyería, como demuestra el reciente desmantelamiento de una banda que copiaba joyas de la marca TOUS.
No registrar nuestra marca nos vuelve más vulnerables a este tipo de acciones, pues desaparece la labor de amparo y de defensa de nuestros derechos que nos proporciona la legislación vigente. Pero si todavía tienes dudas sobre si deberías registrar tu marca, te recomendamos que no te pierdas nuestro artículo «El mundo de las patentes, al alcance de pymes y emprendedores»