Hace unos meses desde PayPal lanzaron una afirmación que muchos considerarían de osada: al dinero tradicional le quedan de tres a cinco años. Apoyándose en un estudio desarrollado por Forrester Research, la compañía tecnológica aseguró que en 2016 podríamos estar ante el principio del fin de billetes y monedas.
Si sus previsiones se cumplen o no, sólo el tiempo lo dirá pero lo cierto es que cada vez hay más tecnologías e iniciativas que caminan en este sentido. Smartphones equipados con NFC, tarjetas de crédito «inteligentes», una nueva generación de terminales TPV o el impulso que está experimentando el comercio electrónico en todo el mundo, son sólo algunos de los indicios que nos muestran que a nuestros queridos billetes les queda poco para desaparecer de nuestra cartera. Veamos algunas de las tendencias que o están o se les espera.
Smartphones y NFC
Nuestro smartphone es cada vez más, una «navaja suiza» que utilizamos menos para llamar y más para realizar todo tipo de tareas. El pago con teléfono móvil parece pues uno de los caballos de batalla para que todos pasemos de la cartera física a la virtual.
En este terreno, la tecnología NFC (Near Field Communication) que cada vez incorporan más teléfonos móviles, parece llevar la delantera. Una de las empresas que más está empujando en este sentido es Google, que hace un año presentó Google Wallet, una aplicación que instalada en smartphones equipados con NFC permite realizar pagos en comercios habilitados para ello. De momento todavía son pocos los comercios que están adoptando esta tecnología (sobre todo ante la incertidumbre que hay sobre su adopción por parte del público) pero quizás todavía es pronto para pensar que no va a triunfar.
En nuestro mismo país por ejemplo, ya hay en marcha varios proyectos que apuestan de forma decidida por NFC. Telefónica ha puesto en marcha su «Distrito NFC», un proyecto que ha conseguido habilitar todo un parque empresarial para que sus comercios puedan vender sus productos por medio de esta tecnología, en colaboración con 1.000 empleados de la multinacional española.
Vodafone tampoco se ha quedado de brazos cruzados. En febrero de este año anunciaba que había firmado un acuerdo con Visa para impulsar el pago con dispositivos móviles. Esta iniciativa se pondrá en marcha en este ejercicio fiscal y tendrá a España (junto a Alemania, Países Bajos, Reino Unido y Turquía) como uno de sus bancos de prueba.
También resulta reseñable que ambas operadoras, a las que se suma Orange, han firmado un acuerdo por el que se comprometen a desarrollar de forma conjunta esta tecnología en nuestro país.
Smartphones y Apps
Aunque sin lugar a dudas la tecnología NFC (o otra que la supere) va a ser la gran protagonista de los pagos móviles, lo cierto es que la inmensa mayoría de smartphones del mercado no están equipados con la misma. Lo que sí tienen en cambio, es capacidad de ejecutar Apps que tienen como objetivo convertir nuestro teléfono en una billetera virtual.
En este terreno hay que reconocer que son pioneros los chicos de PayPal. Hace años presentaron PayPal Mobile una aplicación multiplataforma que permite realizar pagos entre particulares. A partir de aquí, algunas empresas han puesto en marcha iniciativas que facilitan el adquirir sus productos sin tener que llevar un euro encima.
Una de las más conocidas es la app desarrollada por Starbucks. La popular cadena de cafeterías ofrece una app (iOS/Android) que no sólo nos indica dónde se encuentra el establecimiento más cercano, sino que permite recargar nuestra tarjeta de cliente, pudiendo pagar nuestros cafés y bollería directamente con nuestro teléfono móvil.
También es más que interesante la app desarrollada por Amazon. Lo interesante no es que nos permita consultar su catálogo de productos y comprarlos desde la misma aplicación (hay muchas otras aplicaciones que hacen algo similar), sino que tiene la capacidad de escanear los códigos de barras de los productos con los que nos «tropezamos» a diario para a continuación mostrarnos ese mismo producto en Amazon, ofreciéndonos la posibilidad de comprarlo directamente.
En este terreno no podía quedarse atrás una empresa como Apple, que ofrece a sus usuarios la aplicación EasyPay, una app con la que pueden comprar cualquier equipo o accesorio de los que se exponen en las tiendas físicas de Apple sin necesidad de tener que pasar por caja.
Finalmente en este campo no queremos pasar por alto «Pay with Square» una de las iniciativas más originales. Se trata de una aplicación basada en la geolocalización y las redes sociales y permite comprar lo que necesitamos antes de salir de casa.
TPV’s a la medida del freelance
Los terminales de punto de venta (TPV) han estado tradicionalmente unidos de forma indisoluble al comercio o al establecimiento físico. ¿No sería estupendo que pudiésemos llevarlo siempre con nosotros y que nos costase mucho menos que lo que nos cobran las entidades financieras?
En Estados Unidos el nacimiento de Square ha supuesto toda una revolución en el mundo de los freelancers y profesionales autónomos. Square, además del nombre de la empresa que está detrás de este ingenio, es un dispositivo que conectado a nuestro smartphone, actúa como TPV permitiendo al profesional poder cobrar de una forma tremendamente sencilla.
No sólo consiguen cierta independencia de las entidades financieras, sino que pueden cobrar a sus clientes estén donde estén, sin tener porque esperar a una transferencia o que éste tenga dinero en efectivo. Square está funcionando tan bien que a medidados del año pasado ya procesaba cuatro millones de dólares al día. Un fenómeno similar pero más orientado a los pequeños negocios es PayPal Here.
En el lado de los TPVs también habría que englobar aquellos negocios que facilitan el pago con tarjeta de crédito cuando antes no lo hacían. En el Reino Unido por ejemplo, cadenas de cafeterías como Costa Coffee animan a sus clientes a pagar incluso un solo café con tarjeta de crédito. Sin salir de la capital británica, también merece la pena fijarnos en su Oyster Card, una tarjeta de transporte que se recarga automáticamente y cuyo funcionamiento podemos gestionar en Internet.
Pero incluso dentro de nuestras fronteras, establecimientos como McDonalds ya nos permiten realizar nuestro pedido desde grandes dispositivos táctiles, pagar con nuestra tarjeta de crédito a la entrada del local y recoger nuestro pedido en el momento.
Comercio electrónico
Es cierto que el comercio electrónico es la asignatura pendiente de las pymes españolas, pero también lo es que año tras año nuestro país se supera.
El hecho es que a pesar de la crisis económica, el comercio electrónico en España batió un nuevo récord de facturación en el 2011, ingresando 9.201 millones de euros, un 25,7 por ciento más que en el 2010 y un 60 por ciento más que en el 2009.
Por segmentos de actividad para el conjunto del 2011, y repitiendo sobre años anteriores, las agencias de viajes y el transporte aéreo ocuparon el primer y segundo puesto respectivamente, sumando entre ambas un 26,5 por ciento de la facturación total del comercio electrónico. De seguir esta tendencia y si continúa la adaptación electrónica a sectores de consumo como la alimentación, la ropa, los accesorios, etc. pronto descubriremos que una gran parte de nuestras compras las acabamos haciendo sin salir de casa.
Si además las empresas son capaces de entender y aprovechar las nuevas ventanas de exposición que suponen smartphones y tablets, encontrarán una nueva fuente de ingresos que incluso puede llegar a superar el comercio electrónico «tradicional».
Parece claro que ninguna de las tendencias o fenómenos que hemos visto hasta aquí, pueden por sí mismos acabar con el dinero que llevamos con nosotros a diario, pero tomados en su conjunto pueden ayudar a que tal y como aseguraba el informe de Forrester, en 2016 casi se nos olvide que hubo un tiempo en el que cargábamos con calderilla.
