Desde hace algunos años, este primer día de mayo, Día del Trabajo, se vivió ayer de diferente manera debido a la situación política que se está viviendo en nuestro país tras la reforma laboral, los recortes y las subidas de impuestos que el Gobierno del Partido Popular está llevando a cabo. Todo ello sumado a la infrenable cantidad de parados que hay actualmente en España, 5,6 millones y subiendo.
La de ayer era la quinta convocatoria de los sindicatos contra las políticas del Gobierno en dos meses y medio. Pese a ser un puente festivo para muchos, que se ha alargado hasta hoy en Madrid, la respuesta ciudadana fue mucho mayor que en los últimos Primero de Mayo. Según se calcula, sólo en la capital hubo unos 47.000 manifestantes (los sindicatos elevan la cifra a 100.000).
Los sindicatos han prometido más movilizaciones si el Ejecutivo no rectifica. «Nosotros vamos a seguir ofreciendo el cauce para el derecho de manifestación y movilización. No vamos a consentir que el Gobierno quiera imponer la ley del silencio y que incluso pretenda incomunicarnos», aseguraba Cándido Méndez.
De momento, ni Toxo ni Méndez han concretado una fecha para los próximos pasos. Tampoco sugirieron la posibilidad de convocar otra huelga general, pero lo que ha quedado claro es que seguirán convocando movilizaciones para que la gente pueda expresar su indignación y rechazo a las medidas.