Aunque en la mayoría de los casos hablamos de una relación B2C, esto es, desde el negocio hacia el consumidor, también es importante tener en cuenta las relaciones B2B, es decir, entre diferentes empresas. Este tipo de comunicación nos ayudan a crecer, profesionalmente hablando.
Cada día es más frecuente establecer un contacto, conocer o incluso, intercambiar opiniones en Internet. De ahí que saber cómo gestionar estas relaciones sea clave para crecer y/o conocer otros profesionales que nos puedan ayudar a mejorar nuestro negocio.
Pero ¿cómo podemos mantener vivas las viejas relaciones o iniciar nuevas con éxito? Aunque no hay una fórmula mágica, os damos algunas pistas para administrar este tipo de contactos profesionales.
- Buscar nuestro lugar on-line: Internet ofrece un amplio abanico de posibilidades. Saber dónde se aglutinan los profesionales nos ayudará a saber dónde tenemos que estar para comenzar a relacionarnos. Aunque LinkedIn es la red profesional por excelencia, existen muchas más comunidades verticales más especializadas donde podemos encontrar a las personas que buscamos.
- Análisis: de poco nos sirve saber que en tal red social hay empresas que nos pueden interesar, si no invertimos un rato en descubrir a qué se dedican, qué servicios ofrecen, qué personal tienen. Quizás descubramos cosas interesantes aplicables a nuestro negocio o las claves por las que estamos fracasando en nuestro negocio.
- Objetivos: a la hora de investigar otras empresas o profesionales, tenemos que tener una meta. Ya sea hacer networking, conocer nuevos productos o ampliar el número de socios en nuestro negocio, es necesario saber qué buscamos para poderlo encontrar.
- Estar de forma activa: tener una actividad fluida en las redes sociales nos ayudará entrar en contacto con más profesionales y ampliar, así, nuestros contactos y posibilidades de mejorar. Esto no significa que tengamos que estar a cada segundo actualizando nuestro perfil pero si que tenemos que dejarnos ver, al menos, un par de veces por semana para demostrar que seguimos en el sector.
- Nuestra imagen y presencia: estar activo en Internet conlleva crearse una imagen y una reputación on-line. Esto que, en un principio, no puede parecer importante es una labor a largo plazo que tenemos que ir cuidando día a día con diversas herramientas como perfiles actualizados, información interesante o una web personal o corporativa.
- Confianza: una de las claves de las relaciones B2B tanto fuera como dentro de la Red de redes es la confianza. Transmitir una imagen de transparencia y profesionalidad, puede ser un paso ganado y más aún en Internet donde esconderse detrás de una buena apariencia es demasiado fácil. Una página web o diversos canales de contacto pueden ayudarnos a ofrecer una imagen de confianza.
- Comunicación fluida: unido al punto anterior, es básico poder tener una relación fluida con las personas que contacten con nosotros. Si nos envían, por ejemplo, un mensaje privado vía LinkedIn, no podemos tardar en contestar 2 semanas. La rapidez puede ser la clave para el éxito en una relación B2B.
- De Internet a la realidad: aunque el mundo digital puede facilitarnos la tarea en las B2B, finalmente para cerrar un acuerdo tenemos que conocer a la persona que está detrás del tlinkeclado. De ahí que establecer un contacto real sea una idea más que recomendada para asentar una relación B2B.