Las imposibilidades económicas y las restricciones impuestas por Estados Unidos, provocan que Cuba sea uno de los lugares del Hemisferio que tienen las peores condiciones para acceder a la red. Hasta la fecha, sus ciudadanos se han estado conectando a través del satélite, aunque lógicamente estamos hablando de un sistema caro y lento.
Según cifras oficiales, Cuba tenía 1,6 millones de usuarios de Internet en 2009, 14,2 por cada 100 habitantes. Pero la mayoría de los cubanos no tiene acceso pleno a Internet, sino al correo y a páginas seleccionadas por el Gobierno. Las autoridades cubanas dijeron que no hay obstáculos políticos para abrir el acceso a Internet, pero que hacen falta inversiones en infraestructura de redes.
Es aquí donde entra en juego Venezuela, su aliado socialista político. Hugo Chávez, se ofreció a «pasarles» un cable submarino de fibra óptica. El barco con el cable submarino de fibra óptica procedente de Venezuela llegó ayer a la Isla y comenzará sus operaciones el próximo mes de julio. Se espera que este proyecto multiplique por 3.000 la capacidad de acceso actual que se realiza por vía satélite con un ancho de banda de 65mb/s de bajada.
El proyecto de fibra óptica entre Cuba y Venezuela, que se extenderá también a Jamaica, República Dominicana y las Antillas Menores, tiene una inversión de 70 millones de dólares y está bajo la responsabilidad de una compañía filial de Alcatel-Lucent con sede en China, Shanghai Bell, para Telecomunicaciones Gran Caribe, empresa mixta cubano-venezolana.