El presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo y candidato a la presidencia de la CEOE, Joan Rosell, ha justificado saltarse la normativa en determinadas ocasiones para salvar los negocios, especialmente en épocas de crisis.
En una conferencia en el 13 Foro Empresarial del Colegio de Titulados Mercantiles y Empresariales de Barcelona, Rosell ha alertado de que la actual «maraña legislativa pone tantas trabas que hace imposible la actividad empresarial» e impide la salida de la crisis del sistema productivo.
Ha puesto el ejemplo de una fábrica con 20 trabajadores que sufrió un siniestro total, pero que para volver a la actividad necesitaba trámites que tardarían hasta nueve meses, lo que hacía inviable reflotar el negocio.
Rosell ha expuesto que el negocio volvió a operar con la vista gorda de un inspector de Sanidad y del alcalde de la localidad, que permitieron al empresario volver a producir sin haber completado los trámites de la legislación de Sanidad ni de la nueva licencia de actividad.
Concretamente, ha relatado, el inspector de Sanidad de dijo al empresario: «Sepa que si usted quiere continuar, yo no le miraré nada, porque si tuviese que mirarlo no podría volver a trabajar hasta dentro de nueve meses. ¿Puede esperarse nueve meses? (…) Vendré de aquí a nueve meses».
Rosell ha proseguido con el alcalde, que conocía a casi todos los trabajadores porque la mayoría eran del mismo pueblo, y que dijo al empresario: «La licencia de actividad no te la doy por escrito, pero como si la tuvieses, haz lo que puedas, como puedas y de la manera que puedas, pero si tuviésemos que aplicar la legislación no te la podríamos dar».
Rosell ha aseverado que «este es un comportamiento fantástico por parte del alcalde y del inspector, pero no es el comportamiento normal», aunque sí el que permitió que esta empresa no se perdiese, ha explicado.