Varias son las razones por las que un superior accede a todo y sólo sabe contestar ‘sí’. Esta actitud puede ser dañina a la larga porque deriva en una comunicación sumisa, más carga de trabajo para el equipo e incluso niveles de estrés en el directivo. En un ambiente de trabajo, el hecho de que el superior no se imponga y acepte todo porque sí suele acarrear más problemas que beneficios.
Tal y como apunta José Luis Gugel, socio de Ray Human Capital, “un exceso de paternalismo o de amiguismo provoca que las personas de alrededor no tengan claro hasta donde llegan sus responsabilidades y crea falta de tensión para alcanzar los objetivos”. Si el jefe no se decide o no sabe imponerse, son los mismos colaboradores los que actúan. Respecto al responsable, el no saber decir ‘no’ puede acarrearle estrés y ansiedad.
Por regla general este tipo de personas suelen tener una alta dependencia social, su autoestima está muy ligada a lo que los demás piensan de él. Y éste es uno de los motivos por los que les cuesta responder ‘no’. Pero, ¿cómo aprender a imponerse?, ¿cómo aprender a decir NO? Lo principal, es que el directivo haga terapia interna, saber imponerse requiere de un ejercicio de aprendizaje. El directivo tiene que comprobar que de seguir con esa actitud aumentarían los efectos negativos en su autoestima y en su inseguridad.
En este proceso, tampoco vale aprender a decir no sin más. Un ‘no’ de ahora puede ser un sí en el futuro. Por eso, es bueno que la negativa se explique y se justifique. Son más importantes las razones que acompañan al ‘no’ que la negativa en sí misma.
Para los expertos hay tres tipo de ‘noes’ correctos para la organización, y que el jefe que no sepa negarse a algo deberá empezar a practicar.
No de gala: Es una negativa postergadora, no es rotunda. Equivale a “ahora no, pero más adelante sí, no lo descarto”. Este ‘no’ se puede utilizar cuando un colaborador pide un aumento de sueldo, pero se tiene que aplazar, por ejemplo.
No de situación: Esta contestación no deja la puerta la abierta a otro momento. Se dice ‘no’ porque no encaja. Los expertos recomiendan que se empiece la explicación con “dada la situación actual… ”. “Debe estar bien contextualizado y justificado para que el equipo comprenda y acepte la situación”, dice Botella.
No instructivo: El superior utiliza este ‘no’ para ayudar al colaborador a hacer bien su trabajo, a corregir errores. Equivale al “así no, mejor de esta forma”.