ESPAGRY IBÉRICA es una empresa familiar extremeña que se fundó en el año 1993, de la mano de una pareja italoargentina, Karina Bernasconi Díaz y Ricardo Mantaut y en cuya junta directiva ya está integrada la segunda generación. Situada en Malpartida de Cáceres, al norte de la comunidad, actualmente cuenta con 17 empleados fijos, que aumentan hasta unos 50 durante la campaña de la cereza.
La actividad principal de esta pyme está dirigida a proveer a la industria de frutas, especialmente de cerezas. «Entre otras cosas, suministramos las cerezas de los bombones Mon Cheri de Ferrero y también las cerezas para cócteles, tartas, etc… No hacemos un producto acabado, con la excepción de la marca de cosmética natural, Be Cherry Cosmetics», cuenta Ainoha Mantaut, ingeniera de producción. Además, más del 80% de la fruta va destinada a la exportación.
Necesidad de digitalización y automatización
Los responsables de ESPAGRY IBÉRICA tenían la necesidad de digitalizar parte del proceso de producción y se decantaron por la compra e instalación de una máquina con Inteligencia Artificial para seleccionar las cerezas de forma automática. El coste de la máquina estaba subvencionado, en parte, por el gobierno regional. Sin embargo, para optar a esta ayuda, la empresa necesitaba un informe técnico de una empresa homologada, por lo que acudieron a BERS Consulteam, una asesoría de la región especializada en gestionar ayudas para la mejora competitiva de la pyme extremeña.
Ainoha Mantaut explica: «Fueron ellos los que nos hablaron de la ayuda Activa Industria 4.0 y que no nos costaría nada. Nos dijeron que no había que adelantar dinero y que era fácil, así que la solicitamos«. Al final «necesitábamos el informe de un técnico para la subvención de la maquinaria y, además, nos servía de asesoramiento extra en otros ámbitos del negocio», concluyó.
El informe no solo dio soluciones a la necesidad concreta de la selección de cerezas, desde el punto de vista de la digitalización y la automatización, sino que también les asesoró en otros aspectos. «En la memoria nos explicaron cómo mejorar la atención al cliente o la producción, por ejemplo, junto con todo un abanico de soluciones. Aspectos que nosotros, hasta esos momentos, no habíamos tenido en cuenta y, además, todos ellos adaptados a nuestro negocio».
«Nos encontramos en un momento histórico en que se habla de forma reiterada y constante de pymes y de digitalización, como si existiera un modelo único de pyme y una sola manera de afrontar la digitalización. Lo primero y más importante es comprender que la digitalización no es algo etéreo ni una fórmula mágica que se aplica a cualquier empresa, sino que debe adaptarse a cada necesidad», ha indicado José Bayón, director general de la Escuela de Organización Industrial (EOI).
«La digitalización pasa por un proceso individual, exclusivo y hecho a medida para cada compañía. Activa Industria 4.0 responde muy bien a esta realidad, ya que financia un asesoramiento personalizado para la empresa. Comienza con un análisis de la situación de partida y propone una hoja de ruta detallada para esa pyme en concreto, atendiendo a variables como su ubicación, su sector, su grado de madurez tecnológica, etc. Nada de fórmulas mágicas, sino mucho saber hacer y acciones estratégicas con el foco en la competitividad. Y siempre con una clara vocación de orientación: si no impacta en la competitividad del negocio, la digitalización no tiene sentido«, concluye Bayón.
Gestión fácil y sencilla de Activa Industria 4.0
Mantaut resaltó lo fácil que fue solicitar la ayuda Activa Industria 4.0 con BERS Consulteam. «Ellos se encargaron de todo. Nosotros solo tuvimos que abrir un perfil en la plataforma y subir la documentación. Después, el asesor se encargó de desarrollar la memoria y gestionar el progreso y las visitas que nos hacen para justificarlo todo. Nosotros íbamos validando todo esto cómodamente de forma online«, indicó Mantaut.
Entre las principales ventajas que obtuvo ESPAGRY IBÉRICA con este programa fueron:
- Ahorro de dinero: ya que el informe técnico era un requisito indispensable para obtener la subvención de la maquinaria y constituía un coste extra.
- Ahorro de tiempo: la gestión de las ayudas fue rápida y cómoda. Todo lo que tuvo que hacer la empresa fue subir documentación e ir validando online las acciones que subía el gestor.
- Mejora de la competitividad: la digitalización en la industria es imprescindible si no quieres quedarte atrás. Se convierte en una «obligación», según explicó Mantaut.
- Gran retorno de la inversión gracias a la capacidad de trabajo de la máquina y aumento de la productividad general.
- Generación de puestos de trabajo de mayor cualificación con profesionales que saben manejar esta maquinaria.
«Animaría a todas las pymes a pedir la ayuda Activa Industria 4.0 de EOI. Son muchas sus ventajas, ya que no te lleva mucho tiempo y te ahorras un coste muy elevado por la asesoría. Es interesante tanto si necesitas algo concreto, como nos pasaba a nosotros, como a nivel general. En todos los casos te simplifica mucho el proceso y te abre la menta a opciones interesantes para industrializar y digitalizar tu negocio. Lo recomendamos mucho«, concluyó Ainoha Mantaut.
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