Ante una demanda de freelancers imparable por parte de las empresas y con un 69% de los autónomos europeos apostando por este modelo de trabajo a largo plazo, la opción de trabajar como un profesional independiente cobra fuerza. Y es que con la vuelta a la rutina, algunos profesionales se plantean si es el momento de afrontar nuevos horizontes, siendo trabajar como freelance una de las principales alternativas gracias a sus múltiples ventajas.
Si bien es necesario dar respuesta a temas administrativos, cultivar y potenciar una marca personal es también uno de los aspectos más importantes a la hora de lograr destacar y hacerse con una posición predominante en el mercado, en un contexto en el que es necesario diferenciarse del resto, especialmente en un mundo tan competitivo. A raíz de lo cual, Ernesto Ortega, Head of Marketing and Community de Malt, expone que: “Es necesario trabajar de forma paulatina y proactiva en la marca personal, es decir, en la impresión que damos a todos nuestros contactos personales y profesionales con el objetivo de crear comunidad y posicionarnos como una referencia dentro de nuestro mercado”.
Por dónde empezar
En este contexto, Malt comparte los aspectos esenciales para todos aquellos que están empezando a plantearse un nuevo rumbo como freelance y no sepan por dónde empezar.
- Ejercicio de introspección: el primer paso es reflexionar sobre las cualidades, habilidades y características intrínsecas a la personalidad, forma de trabajar y de relacionarse con los clientes, poniendo en valor que son profesionales altamente cualificados, comprometidos y buscan estar en constante desarrollo. Para ello, un ejercicio práctico que puede ayudar en esta tarea es apuntar los feedbacks positivos de los clientes o compañeros, lo que ayudará a detectar lo que se está haciendo bien, pero que quizá se estaba pasando por alto.
- Construir un storytelling: crear un relato basado en todo el histórico profesional convincente y que se transmita con naturalidad y credibilidad, siendo primordial ser auténticos. Además, contar datos personales como, por ejemplo, que se está emprendiendo desde la España rural o que se ha estudiado en el extranjero, puede favorecer a conectar y humanizar.
- Encontrar temas de contenido: la marca personal también implica demostrar conocimiento que el profesional puede expresar a través de contenido de interés para la comunidad. Por eso es importante ser creativo e ingenioso para encontrar temas de los que hablar desde los diferentes canales disponibles, compartiendo vivencias del día a día en el trabajo, opiniones sobre noticias de actualidad, consejos de herramientas profesionales… Todo ello contribuye a demostrar que se está al día de las últimas tendencias, teniendo en cuenta que estos profesionales dedican de media 5 horas a la semana a desarrollarse profesionalmente. Además de demostrar confianza a la hora de compartir un punto de vista personal y aumentar la red de contactos en paralelo.
- Elegir los canales y formatos adecuados: es fundamental decidir desde qué formatos y plataformas dar a conocer la historia. Por mencionar algunos ejemplos, es posible crear una página web para mostrar la trayectoria y portfolio, compartir una newsletter, publicar contenido en redes sociales, asistir a eventos de networking o participar como ponente en charlas y webinars, hacer un podcast, entre otros. Así como también crear en plataformas como Malt un perfil profesional. Es importante trabajar desde varios formatos que ayuden a poner de relevancia la polivalencia.
- Demostrar actitud proactiva y constante: uno de los requisitos para construir una marca personal duradera en el tiempo es ser constante y tener paciencia, ya que la marca personal no se construye de un día para otro. Son necesarios muchos impactos para comenzar a generar resultados y por ello es esencial establecer acciones y timmings realistas, también teniendo en cuenta el tiempo y los recursos económicos disponibles. Así, por ejemplo, en lugar de escribir un libro, es mejor comenzar por ofrecer ebooks; o, en vez de organizar un curso de formación presencial de 20 horas, será más sencillo ofrecer webinars online de dos horas de duración.