Cerca del 80% de las empresas españolas medianas valora el acceso al capital privado para acometer su expansión a escala internacional. En concreto, un 39% señala que ha empleado o consideraría emplear capital de inversores privados y otro 39%, contaría con firmas de capital riesgo o venture capital para respaldar la expansión de su negocio exterior.
Estos datos se desprenden del estudio «Going Global: Mapping the route to interpreneurial success», elaborado por Kreston Global. En su segunda edición, el estudio se basa en una encuesta realizada en 14 países a 1.400 «interempresarios», esto es, líderes de empresas de tamaño medio que han acometido con éxito una estrategia de internacionalización.
Los catalizadores y las barreras para la internacionalización
En sintonía con las medias mundiales, prácticamente la totalidad de los empresarios encuestados en España (96%) coincide en que la expansión internacional ha tenido un impacto positivo en su negocio, mencionando entre los principales beneficios el aumento de ventas e ingresos (48%) y la mejora del reconocimiento y reputación de la marca (37%).
En cuanto a las expectativas de la expansión exterior, el 48% de los directivos españoles señala que su principal motivación es conseguir oportunidades de crecimiento mediante el acceso a nuevos segmentos de clientes, seguida del deseo de obtener una ventaja competitiva implantándose en nuevas regiones antes que los rivales (37%). En el salto internacional, las empresas españolas se enfrentan a retos significativos. Uno de los más complejos es la adaptación a las normativas fiscales extranjeras: un 36% lo señala como uno de los principales retos. Este reto es tan relevante como la adaptación de la logística y la cadena de suministro (38%) y encontrar los socios locales adecuados (36%).
Próximos pasos en la expansión
De cara al futuro, la mayoría de los «interempresarios» españoles consultados (89%) prevé un incremento del número de empresas españolas que se expandirán al extranjero en los próximos 12 meses, un porcentaje ligeramente superior a la expectativa media mundial (87%). En cuanto a las regiones a las que considerarían expandirse, los directivos españoles muestran predilección por los mercados vecinos de Europa occidental (57%) y Europa del Este (36%), por delante de Norteamérica (25%) y Sudamérica (24%). Por el contrario, los mercados que más se alejan de los planes de expansión de las españolas son Australia (1%) y Oriente Medio (6%).
A la hora de evaluar qué hace que un país o región resulte más atractivo para la expansión internacional, los encuestados en España señalan entre los factores clave la proximidad geográfica a las operaciones existentes (lo apunta el 35%), las perspectivas de crecimiento económico futuro (32%) y la existencia de acuerdos comerciales favorables (32%).
Desde el punto de vista del acceso a capital, el 80% de los empresarios españoles (un 90% a nivel global) está abierto al capital privado para crecer a escala internacional. La opción de financiarse mediante deuda bancaria es la menos atractiva para los directivos españoles, pues sólo lo valora el 16%, en línea con la media mundial (17%). Y, mientras que el crowdfunding es una alternativa que se plantearía casi un 30% de las empresas a nivel global, en España apenas lo haría el 19%. La búsqueda de financiación en los mercados de capitales es también una alternativa compartida por casi el 30% de los directivos españoles consultados (39% a nivel global) para impulsar su expansión.
Condicionantes en la externalización del negocio
El informe también aporta la visión que tienen los líderes empresariales de este segmento de empresas sobre diferentes vectores globales de cambio, tales como:
- Criterios ESG: Las empresas de tamaño medio españolas que internacionalizan su negocio se encuentran entre las que menos priorizan los criterios ESG a la hora de evaluar posibles nuevos mercados y estrategias de expansión exterior, en comparación con homólogas de 13 países de todo el mundo: sólo el 14% afirma que da o daría prioridad a los factores ESG, frente a la media mundial del 37%. En su mayoría, los directivos españoles consideran los criterios ESG en su actividad de negocio exterior pero no como algo prioritario (41%) y siempre y cuando no interfieran en otras prioridades del negocio (33%).
- La gestión del riesgo: El 46% de los «interempresarios» españoles considera la desaceleración económica o la recesión como un riesgo disruptivo o relevante. Además, más allá de la inestabilidad económica y geopolítica, también son considerados como riesgos a un nivel alto o moderado las amenazas de ciberseguridad y brechas de datos (el 38% de los empresarios españoles consultados), así como el cambio climático y la meteorología extrema (53%).
- Fiscalidad mundial: La normativa fiscal es cambiante y retadora: menos de una cuarta parte (23%) confía plenamente en tener un conocimiento exhaustivo de esta. Si bien el 73% de los «interempresarios» españoles considera que puede llegar a desenvolverse con la regulación fiscal internacional en el día a día contando, para situaciones más complejas con el apoyo de un asesor externo.
- Inteligencia Artificial: El estudio señala que las empresas cuentan con la Inteligencia Artificial como un habilitador para conducir sus operaciones de negocio exterior. Así, el 82% de los empresarios españoles encuestados afirma sentirse preparado para aprovechar las ventajas de la IA en las operaciones empresariales internacionales en los próximos dos años.