En un entorno empresarial donde cada minuto cuenta, la inactividad puede ser catastrófica. Por ello, Qualiteasy advierte sobre los riesgos financieros y de reputación asociados con los períodos de inactividad informática en las empresas.
El tiempo de inactividad puede tener graves consecuencias financieras para las empresas. Cuando los sistemas no funcionan, los empleados no pueden trabajar con eficacia, lo que se traduce en una pérdida de productividad. Los plazos no se cumplen, los proyectos se retrasan y los clientes no están satisfechos. Además, el tiempo de inactividad se traduce directamente en pérdida de ingresos, ya que, durante ese tiempo, no es posible atender a los clientes, procesar transacciones y generar ventas.
Costes asociados a la inactividad
En cuanto a los costes asociados, un estudio realizado por Aberdeen Group reveló que el coste medio de una hora de inactividad es de aproximadamente 47 000 libras (58.961 dólares). Para las pequeñas y medianas empresas, esto puede suponer un duro golpe para sus finanzas. El tiempo de inactividad no solo afecta la rentabilidad inmediata de la empresa, sino que también tiene consecuencias a largo plazo para su crecimiento y sostenibilidad.
Del mismo modo, en un estudio sobre el impacto del tiempo de inactividad de TI de 2019 realizado por LogicMonitor se descubrió que las empresas que se enfrentan a frecuentes cortes e interrupciones de energía sufren costes 16 veces mayores que las empresas con menos incidentes de inactividad de TI.
Tal y como se señala desde Faronics, la ciberseguridad juega un papel crucial en la mitigación de los riesgos asociados con la inactividad. Los ciberataques, como el ransomware, pueden paralizar los sistemas y provocar largos períodos de inactividad, con consecuencias financieras y de reputación devastadoras.
“Invertir en la prevención de los tiempos de inactividad es invertir en el éxito y el crecimiento a largo plazo de la empresa”, señalan desde Qualiteasy, a lo que añaden: “Es importante no dejar que el tiempo de inactividad frene a las empresas, por tanto es necesario tomar medidas proactivas para garantizar un funcionamiento ininterrumpido y mantener la ventaja competitiva”.