El panorama laboral español está experimentando una transformación notable con el ascenso del coworking como una opción cada vez más popular. De hecho, son muchas las compañías que optan por un modelo híbrido que combina el teletrabajo y la presencialidad en la oficina, y en muchos casos eligen espacios flexibles como alternativa a las oficinas tradicionales.
Según un estudio de Statista, se espera que para este año haya más de 40.000 espacios de coworking en todo el mundo, reflejando así el crecimiento exponencial de esta modalidad de trabajo colaborativo. Solo en España, hay más de 6.000 espacios de trabajo compartidos y 54.000 usuarios, lo que nos sitúa como el cuarto país del mundo en número y capacidad de espacios de coworking, solo por detrás de Estados Unidos, India y Reino Unido. A nivel regional, Madrid y Barcelona se erigen como las provincias con mayor número de coworkings, según el informe del estado del coworking en España realizado el pasado año.
La revolución ha llegado a este ámbito y las oficinas ahora se caracterizan por su hiperflexibilidad. La creciente demanda de este tipo de espacios ha transformado el concepto de coworking, trascendiendo más allá de la mera provisión de espacio y servicios básicos. Las posibilidades son múltiples: desde medianas empresas que han abandonado su sede para instalarse en estos nuevos espacios flexibles hasta compañías que conservan su oficina tradicional, pero brindan a sus equipos ubicaciones satélites, pasando por grandes multinacionales que emplean el coworking en su versión más corporativa como su sede central en España.
Coworking de lujo: personalización y bienestar
El concepto del espacio en el trabajo ha cambiado por completo ofreciendo una personalización sin precedentes. En un mercado laboral cada vez más diverso y competitivo, la capacidad de adaptar el entorno de trabajo a las necesidades específicas de cada individuo o empresa es fundamental. Los operadores de coworking que han sabido leer estas demandas ofrecen esta flexibilidad, permitiendo que los usuarios configuren sus áreas de trabajo de acuerdo con sus preferencias y requisitos operativos.
Además, estos espacios se distinguen por su compromiso con la tecnología, donde la conectividad y la eficiencia son factores determinantes para sus usuarios, beneficiándose así de servicios e instalaciones de vanguardia, diseñadas para mejorar la colaboración y la productividad.
Instalaciones creativas y ergonómicas, además de sostenibles, ahora se cuida el mobiliario al detalle para que los empleados puedan disfrutar de un ambiente que promueva el bienestar y el máximo confort. Nada de lugares fríos e impersonales. Los nuevos espacios flexibles son cálidos y proporcionan una experiencia de la más alta calidad con el objetivo de atraer y retener talento: actividades deportivas, sesiones de fisioterapia, snacks saludables, espectaculares vistas a la ciudad, celebraciones temáticas, eventos de conexión e impresionantes áreas comunes para el trabajo colaborativo.
En este sentido, Lexington, dedicado a la creación de espacios de trabajo flexible con un enfoque premium, está especializado en cubrir las demandas de oficinas personalizadas de clientes corporativos que buscan no solo satisfacer sus necesidades operativas, sino también las relacionadas con la experiencia dentro del entorno de trabajo. David Vega, CEO de Lexington, observa con optimismo esta evolución: “En Lexington apostamos por un concepto de coworking corporativo premium, ofreciendo una experiencia basada en la atención al detalle y la adaptación completa a los requerimientos de las empresas y sus equipos. Nuestro compromiso está muy vinculado a la tecnológica, el diseño innovador y ubicaciones en áreas prime”.