La adopción de tecnologías disruptivas está redefiniendo la forma en que las empresas abordan los desafíos, marcando el comienzo de una nueva era en la cadena de suministro. En los últimos años, se han ido desarrollando diferentes avances que resultan muy útiles para mejorar la cadena de suministro: la Inteligencia Artificial y el Internet de las cosas se encuentran entre los más relevantes.
Ante la situación que se está viviendo en la UE con la inflación al 2,9% al cierre de 2023 es imprescindible tener en cuenta estas nuevas tecnologías como herramienta. Según el INE, en España la inflación anual estimada del IPC en diciembre de 2023 es del 3,1%, lo que sin duda va a influir en la cadena de suministro de empresas en numerosos aspectos: incrementa el coste de las materias primas, acrecienta el gasto en transporte y logística, aumenta el gasto en salarios y los costes derivados de las contrataciones, y, recorta notablemente los márgenes de beneficio.
Actualmente, estas novedosas herramientas están transformando la gestión de la cadena de suministro de las empresas y es que, permiten trazar las rutas de manera que el trayecto sin carga sea el mínimo posible, automatizar la entrada y salida de mercancías, hacer pedidos automáticamente cuando haya falta de algún producto, etc. De esta manera, los empleados pueden dedicar su tiempo a tareas de mayor valor que ayuden a la empresa a crecer.
La Inteligencia Artificial y el Internet de las cosas (IoT) se han convertido en impulsores de la trasformación de la cadena de suministro. Estas tecnologías no solo brindan una mayor visibilidad en tiempo real, sino que también simplifican la automatización de procesos clave para optimizar la eficiencia operativa. La capacidad de anticipar y responder a cambios dinámicos en la oferta y la demanda lleva la flexibilidad de la cadena de suministro a un nivel superior.
Optimización de procesos y eficiencia empresarial
La optimización de procesos es otro aspecto importante de esta revolución tecnológica que puede mejorar este aspecto, porque no solo mejoran la eficiencia y la visibilidad, sino que es capaz de aumentar la capacidad de la empresa para adaptarse a los cambios en el mercado y optimizan los procesos operativos.
Por otro lado, las compañías utilizan soluciones basadas en datos para identificar áreas de mejora e implementar cambios proactivos, tanto en la fase de planificación de la cadena de suministro como en la distribución. La automatización de tareas rutinarias no sólo ahorra recursos, sino que también reduce el error humano y mejora la eficiencia general.
La tecnología no solo se limita a mejorar las operaciones comerciales que surjan en el día a día, también mejora la toma de decisiones estratégicas. La capacidad de recopilar y analizar grandes cantidades de datos permite a las empresas predecir tendencias, identificar oportunidades de mercado y ajustar estrategias a medida que cambian las condiciones. Esto permite a las empresas ser más competitivas y las posiciona como líderes en innovación.
En conclusión, la gestión eficiente de la cadena de suministro se ha convertido en la estrategia principal corporativa. Aquellas empresas que adopten estas nuevas tecnologías no sólo mejorarán su capacidad para resolver los desafíos actuales, sino que también sientan una base sólida para el futuro. En este nuevo paradigma, la tecnología no es sólo una herramienta, sino que es el motor que impulsa la evolución y el crecimiento continuo de las cadenas de suministro.
Fernando Vázquez, socio consultor y co-area developer en Expense Reduction Analysts.