Según el último informe difundido por Crédito y Caución, aunque las presiones inflacionistas están disminuyendo, el endurecimiento de la política monetaria sigue lastrando los ingresos reales de los hogares y la confianza de los consumidores. Esto está provocando una reducción de la demanda de bienes de consumo duradero en la mayor parte del mundo. Los bienes adquiridos a crédito también están disminuyendo debido al impacto de los tipos de interés.
En Europa, la aseguradora de crédito prevé que las ventas de bienes de consumo duradero cierren 2023 con una contracción, mientras en otras regiones importantes se registre una ralentización del crecimiento de las ventas En la zona euro, los elevados costes de la vivienda, los alimentos y el combustible obligan a muchos consumidores a suspender las compras no esenciales.
Los grandes inventarios post-Covid han lastrado los costes de explotación de los minoristas, porque los precios de la energía siguen siendo altos y el crédito es más caro, y han disparado las necesidades de capital circulante del sector. Crédito y Caución prevé que el riesgo crediticio de los minoristas de bienes de consumo duradero se deteriore en los próximos meses. Los comercios más pequeños serán especialmente vulnerables a los impagos y la insolvencia.
Márgenes estrechos y mucha presión
El sector opera en un entorno altamente competitivo con márgenes estructuralmente estrechos y bajo presión por la frecuencia creciente de las rebajas, ya que los consumidores buscan descuentos durante todo el año. El poder de negociación de los minoristas online es cada vez mayor, y su transparencia de precios está añadiendo presión a los márgenes a lo largo de toda la cadena de valor. Los minoristas online están aumentando su cuota de mercado, presionando a los operadores tradicionales. De acuerdo con las estimaciones recogidas en el informe los bienes de consumo vendidos online representarán alrededor del 22% de las ventas minoristas mundiales al cierre de 2024.
El actual crecimiento de los mercados emergentes es una de las fortalezas del sector. El crecimiento de la renta media de las familias en estos mercados, junto con la creciente penetración de Internet y la digitalización, impulsará la demanda de bienes de consumo duraderos en los próximos años.
El avance de las realidades virtual y aumentada también será una fuente de crecimiento. Los minoristas aprovecharán estas nuevas tecnologías para crear experiencias de compra inmersivas y chatbots para el comercio conversacional, enriqueciendo la relación entre la marca y el consumidor a través de interacciones one to one. Las ventas de productos ecológicos reciclados suponen otro eje de las oportunidades de negocio del sector.
Entre los riesgos que afronta el sector, además de la compresión de los márgenes, se encuentra la elasticidad de la demanda, en contraste con productos esenciales como los alimentos, alineada con la disponibilidad de ingresos, los niveles de precios y la volatilidad del ciclo económico. Además, los minoristas de muchos mercados se enfrentan a mayores costes de logística, mano de obra y energía. Los minoristas tradicionales necesitan ampliar su negocio online, mejorar sus capacidades digitales y ofrecer servicios adicionales para adaptarse al mundo digital actual. Sin embargo, esto requiere de importantes inversiones y voluntad de cambio.