El ecommerce ha pasado a su fase más madura, muestra de ello son los 72.000 millones de euros que facturó hace un par de años, según la CNMC, pero la tienda física sigue siendo un motor principal de compra. Los malos augurios que persiguen al comercio físico desde que en la pandemia estallara la fiebre de la compra online, no se han materializado. De hecho, un estudio de la compañía TC Group Solutions apuntaba que el tráfico peatonal, un termómetro que se utiliza para medir la actividad humana en tiendas, creció un 12,1% en España el pasado año. Esto significa hasta 3.363 personas de media al día.
Y es que, los espacios físicos han sabido reinventarse adoptando estrategias que consiguen introducir aspectos digitales en la tienda física. Y esto lo hemos visto en dos aspectos: a nivel operacional, abrazando la omnicanalidad y la posibilidad de realizar compras híbridas, y a nivel experiencial sabiendo transformar sus espacios en lugares que, más allá de compra, generen comunidad. Un ejemplo puede ser Lefties y su tienda del futuro en Madrid y Barcelona.
Además, durante los dos últimos años han aflorado un gran número de pop-up stores con marcas como Shein, Nude Project o Hawkers. Comercios nativos digitales que supieron ver la importancia de lo físico para crear engagement con el cliente. De hecho, en 2022 la inversión en locales alcanzó 3.110 millones de euros, según un informe de JLL. Ahora que sabemos que la tienda de toda la vida sigue en forma, ¿cuáles serán las tendencias principales que veremos en el retail físico este 2024
Mucha tecnología
Estas son las principales tendencias para los próximos meses, según Orisha | Openbravo:
- Equilibrio digital y humano. El auge de la compra online ha desarrollado nuevas demandas en el consumidor cuando acude a la tienda física. La búsqueda de agilidad en el proceso de checkout y evitar grandes colas o aglomeraciones son algunas de ellas. En los dos últimos años, las tiendas han incorporado terminales de autopago y puntos de POS móvil para brindar esa fluidez. Sin embargo, un estudio de Appinio señala que el 48% de los compradores que acuden a la tienda buscan a un personal que les atienda. Por eso, la excesiva automatización y la pérdida del toque humano han llevado a los retailers a repensar el modelo de tienda que quieren construir. Y es que, el contacto persona-persona sigue siendo un factor importante para generar una experiencia de compra física que satisfaga y fidelice al cliente.
- Inteligencia Artificial e innovación. Un estudio de IMB corporation señala que la adopción de la IA en el sector retail mundial pasará del 40% al 80% de aquí a 2026. Esta tendencia será clave, ya que permitirá potenciar la omnicanalidad de los retailers tanto en la gestión logística, proporcionando un mejor control de inventario, almacenamiento y entrega, como en personalización, puesto que la IA es capaz de analizar grandes cantidades de datos y predecir cambios en las demandas del consumidor.
- Retail Media Networks en tienda física. 2024 es la fecha señalada para comenzar a eliminar el uso de cookies de terceros. Con un futuro que se dibuja cookieless, una alternativa son las redes de medios minoristas, que permiten a los retailers monetizar sus canales cediendo espacio publicitario a otras marcas. Aunque gran parte de esa conversión se observa en el ecommerce, también estamos viendo cómo los minoristas aprovechan la tienda física para incorporar anuncios de terceros en puntos cercanos a la decisión de compra. De esta forma, la marca aumenta su visibilidad y oportunidad de venta, y el retailer obtiene beneficios extra.
- Sector con más presencia femenina. En la industria minorista española, las mujeres conforman entre el 75% y 85% de los equipos de trabajo y, aunque es una buena noticia, el reto será incrementar el número de mujeres que ostentan el cargo directivo, que en la actualidad se encuentra en el 17,3%. Comunidades como Woman In Retail (WIR) seguirán persiguiendo este objetivo actuando como un altavoz en el que las expertas en retail puedan dar visibilidad a su talento, generando sinergias y nuevas oportunidades en un momento en el que la capacidad de las mujeres en la industria pesa en 4,9% del PIB en España y supone el 9,1% del empleo.
