En muchos países de la UE, este año se aplicará a las empresas una nueva normativa sobre denuncia de irregularidades, denominada como Directiva Whistleblowing. En España, esta Ley de Protección de los Denunciantes entró en vigor el 13 de junio de 2023. Desde entonces, las empresas con más de 250 empleados deben haber establecido un sistema de denuncia confidencial de infracciones internas. Para las empresas que consten entre 50 y 250 empleados, la fecha límite es el 1 de diciembre de 2023. Si los empresarios no aplican la normativa o no abordan adecuadamente las denuncias, pueden enfrentarse a diferentes consecuencias, que pueden ir desde sanciones leves, graves o muy graves.
Una encuesta realizada por Personio, la empresa de software de RR. HH. para pymes líder en Europa, muestra que un pequeño porcentaje de los negocios encuestados en España aún no tienen una política de canal de denuncias (23%) o no saben si la tienen (11%). Esto pone a muchas compañías en riesgo de no cumplir a tiempo los requisitos necesarios. Al menos, la mitad (50%) de las empresas tiene previsto introducir un sistema de este tipo en los próximos 6-12 meses.
Necesidad de obtener información acerca de la nueva directiva en las empresas
El 48% de los empresarios dice saber de qué trata la nueva directiva de la UE y un 45% ha oído hablar de ella. La situación es diferente para los trabajadores: el 32% afirma conocer bien la nueva ley y un 23% de ellos dice no saber si su empresa tiene una política de denuncia de irregularidades. Así, es importante que los empresarios se animen a explicar abiertamente a su personal en qué consiste la denuncia de irregularidades y qué medidas se han adoptado o se están adoptando internamente y, en el mejor de los casos, destacar por qué el asunto es de gran importancia.
Los empresarios citan la seguridad de los trabajadores (64%), seguida del cumplimiento de las normas (39%), el compromiso de los empleados (30%) y la protección de la reputación corporativa (17%) como motivos para establecer un canal de denuncia de irregularidades. Llevar a cabo esta medida no sólo evita posibles daños a la imagen de la compañía y pérdidas económicas, sino que también refuerza una cultura empresarial de confianza.
Garantizar el anonimato a los denunciantes
Según el estudio de Personio, el 54% de los empleados encuestados se han enfrentado a una mala conducta en el trabajo en el pasado; el 24% de ellos sólo en el último año. Para denunciar un comportamiento inadecuado en el entorno laboral, el 40% de los empleados prefiere hablar con el representante legal de la empresa. En segundo lugar, está el uso de un canal electrónico anónimo (35%), seguido de hablar con RR. HH. o con su jefe en persona (25%).
Mientras que el 43% de los empresarios dicen sentirse muy seguros a la hora de gestionar las faltas de conducta, sólo el 31% de los trabajadores están de acuerdo. Tres cuartas partes (69%) de los empleados afirma que su empresa dispone de la tecnología adecuada para garantizar la confidencialidad de las denuncias. Lo más preocupante es que la mayoría (87%) teme represalias. Las empresas parecen sobrevalorar su gestión de las conductas indebidas en el lugar de trabajo y necesitan una solución fiable que garantice el anonimato y la facilidad de envío.
Personio lanza una solución: un canal de denuncias interno
Desde hoy, Personio Whistleblowing está disponible para las pymes: una solución centralizada que permite a los empleados y partes externas denunciar irregularidades de forma segura y anónima.
Esta nueva herramienta garantiza la confidencialidad y una comunicación bidireccional fiable sin revelar la identidad del denunciante. De este modo, los denunciantes tienen pleno control sobre lo que denuncian. Al mismo tiempo, el gestor del caso dispone de un punto central de contacto que permite gestionar los casos con rapidez y eficacia y puede ayudar a las empresas a seguir cumpliendo la legislación.
Maria Angelidou-Smith, directora de Producto y Tecnología de Personio, afirma: «Los empleados son el activo más valioso de cualquier empresa. Construir su confianza y asegurar que se sienten escuchados debe ser una prioridad para las organizaciones cuando se trata de implementar la Ley de Protección de Denunciantes. Personio Whistleblowing anima a los empleados a plantear sus preocupaciones de una manera directa, lo que en última instancia contribuye a una cultura de empresa en la que pueden sentirse seguros sin preocuparse por las posibles consecuencias, al tiempo que garantiza la tranquilidad de los empleadores».