Sabemos que comprar un nuevo portátil profesional representa una inversión que, dependiendo de tus necesidades, puede llegar a ser muy importante. Esto lleva a muchas personas a mantener su equipo actual durante más tiempo del que debería, e incluso a intentar darle una segunda o una tercera vida cuando realmente debería dejarlo morir sin más, y optar por comprar uno nuevo.
Al final, cuando nos encontramos ante un portátil profesional que ha quedado obsoleto ya no hay nada que hacer. Los síntomas suelen ser muy claros, y tan graves que en líneas generales no podemos mejorarlos con una puesta apunto, y tampoco con una actualización a nivel de hardware de aquellos componentes que sean «DIY friendly», es decir, que no vayan soldados y que sean de fácil acceso.
Un portátil profesional no tiene marcada una fecha de caducidad exacta, esto está claro. Al final su vida útil dependerá del uso que le demos, del desgaste que sufra, de cómo aguante el paso del tiempo y de cómo vayan cambiando nuestras necesidades. Así, por ejemplo, puede que un portátil profesional comprado hace menos de un año se nos acabe quedando pequeño si pasamos de hacer trabajos de ofimática a tener que renderizar.
Por contra, puede que un portátil profesional comprado hace cinco años siga siendo perfectamente funcional y capaz de cubrir nuestras necesidades si, en líneas generales, seguimos haciendo el mismo trabajo. Un buen ejemplo sería el del profesional que siempre se limita a tareas básicas de ofimática, y que utiliza año tras año herramientas que consumen muy pocos recursos.
¿Cómo puedo identificar si ha llegado el momento de renovar mi portátil profesional?
Como ya he dicho, no podemos dar una fecha concreta, pero sí que existen una serie de síntomas que nos permitirán determinar si ha llegado el momento de empezar a considerar un cambio de equipo. Entre los más importantes podemos destacar los siguientes:
- El rendimiento que ofrece ya no nos basta, y no es capaz de cubrir nuestras necesidades de forma óptima. Me refiero al rendimiento en general, aplicado a las tareas específicas que realicéis con vuestro equipo
- Autonomía insuficiente, que normalmente ocurre por una degradación de la batería que se produce por el simple uso del equipo. Podríamos cambiar la batería, pero en muchos casos tendremos que acudir al servicio técnico y puede que el coste a asumir no merezca la pena.
- Problemas de estabilidad y de rendimiento que no se resuelven reinstalado el sistema operativo, y que en ocasiones están producidas por una degradación de los componentes debido al paso del tiempo, al uso y al calor, sobre todo si no hemos hecho mantenimientos para evitar que alcancen temperaturas elevadas durante largos periodos de tiempo.
- Falta de potencia para mover aplicaciones o herramientas actuales que necesitamos, y también para ejecutar sistemas operativos más actuales, completos y seguros.
- Seguridad deficiente que no se ajusta a nuestras necesidades, o a las exigencias de nuestra empresa o de nuestros clientes.
¿Qué ventajas me aporta renovar mi portátil profesional?
Como he dicho al principio de este artículo, comprar un nuevo portátil profesional requiere un gasto que, dependiendo de lo que necesitemos, puede ir desde los 400 euros (portátil básico para ofimática) hasta varios miles de euros (portátil para renderizado y tareas muy exigentes). No obstante, si acertamos en la compra de nuestro nuevo equipo disfrutaremos de una serie de ventajas que nos permitirán amortizar nuestra inversión en muy poco tiempo:
1.-Mayor productividad, nuevas funciones y autonomía
Nuestro portátil es una herramienta de trabajo, como tal de él depende nuestra capacidad de afrontar esas tareas y responsabilidades que tenemos encomendadas. Al comprar un nuevo modelo disfrutaremos de un mayor rendimiento, tendremos nuevas funciones que nos facilitarán nuestro trabajo diario y en la mayoría de los casos también contaremos con una mayor autonomía, lo que significa que podremos pasar más horas activos sin tener que buscar un enchufe.
2.-Menos interrupciones y mantenimientos
Un portátil profesional profesional nuevo no necesitará tantos mantenimientos como uno viejo, y nos dará menos problemas, lo que significa que no tendremos que perder tanto tiempo realizando tareas tediosas, al menos durante sus primeros años de vida. Es cierto que deberemos mantener siempre una serie de principios mínimos para conservarlo en buen estado y maximizar su vida útil, como limpiarlo con frecuencia, por ejemplo, pero esto es algo normal y común a cualquier dispositivo.
3.-Mayor seguridad y soporte
La mayoría de los portátiles profesionales de nueva generación incluyen funciones de seguridad avanzadas, como la autenticación biométrica mediante lector de huellas dactilares o reconocimiento facial, y muchos disponen también de otras características avanzadas que operan tanto a nivel de software como de hardware. No debemos olvidar, además, que estos nuevos equipos vienen con el chip de seguridad TPM 2.0, y que son totalmente compatibles con Windows 11.
