El mercado laboral en España se encuentra en constante evolución, impulsado por la transformación digital, los avances tecnológicos y las cambiantes demandas de la sociedad. Esta dinámica ha dado lugar al surgimiento de nuevos oficios y a la transformación de las profesiones existentes, generando tanto oportunidades como desafíos. Estos cambios en el paradigma han provocado que el “camino formativo” tradicional sea insuficiente.
En 2021, el 48,7% de los jóvenes de 25 a 34 años tenían un título universitario, un aumento de 8,4 puntos desde 2011 y un incremento de casi 15 puntos en comparación con el 34% registrado en 2000. La sobrecualificación de los jóvenes españoles es un fenómeno que ha ido en aumento, pero el mercado laboral no siempre ha sido capaz de absorber a estos jóvenes graduados de la manera adecuada. Esto ha llevado a la situación en la que muchos jóvenes se encuentran, trabajando en empleos que no requieren su nivel de formación, o lo que se conoce como «sobrecualificación«.
España es el país de la Unión Europea con más sobrecualificación, con un 36% de los graduados superiores afectados, según apunta el informe CYD. Existen varios factores que han llevado a esta situación: uno de ellos es la falta de oferta de empleo acorde con la formación universitaria. Muchas veces, los puestos de trabajo disponibles no requieren habilidades específicas o conocimientos especializados, lo que hace que los graduados se vean obligados a aceptar trabajos que no están a la altura de sus capacidades. Otro factor es la dificultad para acceder a empleos relacionados directamente con los estudios universitarios. Algunos sectores, como la investigación o determinadas ramas de la ciencia, pueden tener una demanda limitada o una alta competencia, lo que dificulta que los jóvenes encuentren empleos acordes con su formación.
Para abordar el problema de la sobrecualificación, es necesario que Administración, entidades públicas y centros privados unan su conocimiento y esfuerzo por mejorar el tejido productivo. FP Pro, institución educativa especializada en FP, desde su experiencia y filosofía central “llevar la empresa al aula y el aula a la empresa”, pone en relieve esta problemática y la analiza mediante el “Decálogo de FP Pro: Concientizando sobre los problemas de la sobrecualificación”:
- Alineando la educación con el mercado laboral: La oferta educativa debe adaptarse a las necesidades reales de las empresas y sectores en crecimiento.
- Políticas que generen empleo cualificado: Es crucial impulsar políticas que fomenten la creación de puestos de trabajo que requieran habilidades y conocimientos especializados.
- Valorar la Formación Profesional: Promover una percepción positiva de la Formación Profesional como una opción viable y atractiva para los jóvenes, equiparándola en estatus y oportunidades a la educación universitaria.
- Superando el estigma: Romper con los estereotipos negativos asociados a la formación profesional, reconociendo su importancia y su contribución al desarrollo económico y social.
- Orientación educativa equilibrada: Proporcionar una orientación educativa equitativa, brindando a los estudiantes información y apoyo adecuado tanto para acceder a la universidad como para considerar la Formación Profesional como una alternativa valiosa.
- Reevaluando las percepciones de éxito: Cambiar la idea arraigada de que el éxito profesional solo se logra a través de un título universitario, reconociendo la relevancia de las habilidades prácticas y técnicas adquiridas en la Formación Profesional.
- Preparación práctica y aplicada: Fomentar una formación práctica y concreta en los programas de Formación Profesional, asegurando que los estudiantes estén preparados para desempeñar tareas reales en el entorno laboral.
- Invertir en educación de calidad: Destinar recursos suficientes para mejorar la calidad de la educación en todos los niveles, brindando a los estudiantes las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos del mercado laboral.
- Reconocimiento y valoración de titulaciones: Equiparar el reconocimiento y la valoración de las titulaciones de Formación Profesional con las titulaciones universitarias, otorgando igualdad de oportunidades y prestigio a ambos caminos educativos.
- Alianza entre sector público y privado: Fomentar la colaboración entre instituciones educativas, empresas y organismos públicos para diseñar programas de Formación Profesional que se ajusten a las necesidades cambiantes del mercado laboral, garantizando así una mejor inserción de los jóvenes en el mundo laboral.
En conclusión, el fenómeno de la sobrecualificación de los jóvenes españoles ha generado una brecha entre sus conocimientos y las oportunidades laborales disponibles. Para abordar este desafío, el decálogo propuesto por FP Pro destaca la importancia de adaptar la educación al mercado laboral, promover políticas de empleo cualificado y valorar la Formación Profesional como una opción válida y atractiva.