Según los últimos datos de la CNMV, en el segundo trimestre de 2022 la facturación del ecommerce en España creció un 33,1% interanual. Sin embargo, aunque los hábitos de compra han cambiado e incrementar las ventas es prioritario para las pymes, la mayoría no está aprovechando la oportunidad que el canal online ofrece. Así lo indica un informe ‘La Pyme española en 2022: retos y aspiraciones digitales’ de BeeDIGITAL.
Incrementar las ventas, un asunto de urgencia para los negocios
El informe pone de manifiesto que las pequeñas y medianas empresas españolas están enfocadas en hacer crecer su facturación y saben que el canal online es clave para conseguirlo. Así, dos de sus principales prioridades son aumentar las ventas (63%) y conseguir clientes (56%), afirmando el 64% que la primera razón para digitalizarse es tener presencia en Internet para llegar a un mayor número de clientes.
Sin embargo, aunque la finalidad está clara, los empresarios de las Pymes no están sacando el máximo partido de las herramientas existentes. Apenas el 6% incorpora funcionalidades de e-commerce adecuadamente en su web y solo el 18% forma parte de algún marketplace.
«Apostar por el canal online ha dejado de ser una opción. Todas las empresas, independientemente de su tamaño y sector, tienen una oportunidad para mejorar sus ingresos gracias al e-commerce”, explica Javier Castro, CEO de BeeDIGITAL. “El primer paso es definir la estrategia, que variará según las peculiaridades de cada negocio. Aquí, lo importante es que cualquier decisión esté fundamentada y, en BeeDIGITAL acompañamos y ayudamos a la pyme para que así sea”.
El canal online: ¿dónde invertir?
Los negocios cuentan con varias opciones para trazar una estrategia de venta de sus productos y/o servicios a través de Internet, siendo dos de las más habituales contar con un e-commerce propio y apostar por un marketplace. La decisión dependerá de los objetivos de ventas, así como de las peculiaridades de cada pyme.
Utilizar un e-commerce propio ofrece varios beneficios como la ausencia de márgenes al evitar los intermediarios y una mayor capacidad de decisión y personalización en la forma de presentar el producto. Además, el vender en el propio contexto de la marca ofrece una visión holística y permite a los clientes potenciales acceder a toda la gama de productos y tener un mayor conocimiento de la oferta. Para poder exprimir todas estas ventajas es fundamental que las empresas inviertan en el desarrollo de una web de calidad, con un diseño responsive que asegure una buena experiencia digital independientemente del dispositivo desde el que se conecten.
Una vez creado el E-commerce las pymes deben asegurarse de darle visibilidad. Para ello, un paso fundamental es incorporarlo en su perfil de empresa en Google, para que cualquier usuario interesado en el producto pueda acceder fácilmente a la compra. Actualmente, solo el 34% de las fichas incluye enlace a web; y el 35% está sin verificar, lo que perjudica su posicionamiento.
La segunda opción, vender a través de un marketplace, significa estar presente en una plataforma ya consolidada, lo que incrementa la confianza de los clientes y permite a las empresas ganar un plus en visibilidad sin necesidad de invertir en una estrategia SEO propia. De esta manera, pueden acceder a un público mucho más amplio, incluso, internacional al estar ubicado en una gran plataforma. Además, se facilita la venta al extranjero, ya que elimina barreras previas técnicas o administrativas. En estos casos, es importante invertir en diferenciación, ya que el producto se muestra rodeado de otros similares y la pyme debe conseguir aparecer como la opción preferida para el usuario.
Por último, para maximizar el alcance, los negocios pueden optar por un enfoque mixto que combine ambas herramientas. Sea cual sea la opción escogida, las pymes deben en paralelo invertir en una buena presencia digital que, a través de su página web, el posicionamiento en buscadores y las redes sociales, consiga mostrarles como una opción de confianza para los compradores.